Espionaje al presidente del gobierno. Analizan: Pablo Iglesias, Gonzalo Boye, Ignacio Escolar y Oskar Matute

Según informó este lunes el propio gobierno, el presidente del gobierno Pedro Sánchez y la ministra de Defensa Margarita Robles habrían sido espiados con Pegasus en mayo de 2021 y junio de 2021, respectivamente. Fechas que coinciden en el tiempo con los indultos a presos del procés, y con las tensiones con Marruecos por el caso Gali y la crisis migratoria en Ceuta. Después de este anuncio, Pablo Iglesias, Gonzalo Boye, Ignacio Escolar y Oskar Matute dieron su valoración en directo en La Cafetera.

Felix Bolaños, ministro de Presidencia, informó en rueda de prensa de que «el Gobierno ha puesto en conocimiento de la Justicia dos informes técnicos del Centro Criptológico Nacional según los cuales los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa han sido infectados con el software Pegasus». Según estos dos informes, se «produjeron dos intrusiones en el teléfono móvil del presidente en mayo de 2021 y una intervención en el móvil de la ministra de Defensa en junio de 2021″- dijo Bolaños.

Para Pablo Iglesias «simplemente el hecho de que no se hubiera podido proteger el móvil del presidente del gobierno tendría que implicar dimisiones de todos los responsables de la seguridad del Estado, empezando por los dos máximos responsables. Esto es una obviedad y esto no es opinable. Si usted, jefa de los servicios inteligencia, no puede proteger ni su propio teléfono de móvil y el teléfono móvil del presidente, pues es evidente que usted no puede seguir ahí». Insistió en que «no puede ser que la máxima responsable del CNI o el máximo responsable de las fuerzas y cuerpos de seguridad no asuman las consecuencias de que, eventualmente, agentes situados jerárquicamente en la cadena de mando estén actuando contra la ley, contra el presidente y contra ciudadanos que están protegidos por el derecho de una democracia».

El director de ElDiario.es, Ignacio Escolar, subrayó que «el gobierno dice que es un espionaje externo, pero no tiene por qué significar extranjero, significa que no está autorizado legalmente». Y apuntó a «dos hipótesis»: «que sea un gobierno extranjero, o dos, que sean organismos descontrolados dentro de las fuerzas de seguridad del Estado». Para Escolar, es «gravísimo el mero hecho de que exista la posibilidad de que sean fuerzas descontroladas de las fuerzas de seguridad del Estado las que estén espiando al propio gobierno».

El abogado Gonzalo Boye advirtió: «Esto está comenzando. El gobierno haría bien en no mirar en lejanas montañas». E insistió en que «claro que es espionaje externo al gobierno, pero obviamente es un espionaje interior».  Y pidió «una investigación, caiga quien caiga».

Según Oskar Matute (EH Bildu), desde el gobierno «deberían aclarar que esto no pueda ser parte de eso que se vienen a llamar cloacas del Estado».  Y señaló que «hay un elemento que chirria un poco y es que, hasta donde se nos había dicho, el programa Pegasus solo se vendía a Estados y aquí se nos sugiere la posibilidad de un ente externo al propio Estado».

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