Un estudio español identifica a tres personas que han controlado el VIH sin tratamiento durante 25 años
Un equipo de varias instituciones españolas ha publicado en Scientific Reports un estudio que detalla cómo tres pacientes, un hombre y dos mujeres, llevan más de 25 años de infección por el VIH, pero a pesar de no haber recibido tratamiento antirretroviral han conseguido no tener el virus detectable en sangre ni han desarrollado la enfermedad del sida. Esto se conoce como cura funcional y el estudio examina los factores que han hecho posible esta situación.
(Foto: Flickr/Bancimatgesinfermeres)
El estudio, del que se hace eco la Agencia Sinc ha sido liderado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid (ISCIII), el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) del Hospital Universitario Virgen del Rocío y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona. Y ha investigado qué factores genéticos, inmunitarios y virales han permitido a tres pacientes controlar el virus del VIH y tenerlo inactivo durante más de 25 años sin necesidad de fármacos.
Desde que se estudia el VIH y el SIDA se sabe que existen personas infectadas que sin embargo son capaces de controlar de forma espontánea la replicación viral y no muestran síntomas de la infección a pesar de no tomar tratamiento antirretroviral. A estas personas se las conoce como «controladores de élite».
Pero el caso de los tres pacientes referidos en el estudio español supone un paso más. Según explican los científicos, la mayoría de «controladores de élite» suelen perder con el paso del tiempo la capacidad de controlar el virus. En cambio tanto el hombre como las dos mujeres analizados, llevan más de 25 años con el diagnóstico confirmado y controlando el virus. Las dos mujeres incluso dieron a luz hace décadas a bebés sin la infección a pesar de no haber tomado medicación durante el embarazo.
Por eso, los científicos se refieren a estas personas como “controladores de élite excepcionales” (EEC) y han buscado los factores que les han ayudado para buscar cómo replicar en el resto de personas infectadas. Trabajan además para determinar un perfil común que permita identificar desde el momento del diagnóstico qué personas podrían controlar el virus por sí solas.