Expertos en derechos humanos piden prohibir la ejecución por inhalación de nitrógeno
La reciente ejecución en Estados Unidos de un condenado a muerte, Kenneth Eugene Smith, a través del método usado por primera vez de asfixiado por inhalar gas nitrógeno no fue más que “tortura sancionada por el Estado” y un experimento sin ética. Es lo que han asegurado cuatro relatores de Derechos humanos de Naciones Unidas que han instado a que se prohíba este método.
«Es simplemete escandaloso»
Expertos en derechos humanos condenan la ejecución de Kenneth Eugene Smith en Alabama (Estados Unidos), asfixiado con gas nitrógeno, y piden que se prohíba este método por ser inhumano.@UN_SPExperts https://t.co/dNVTiPn86n
— Noticias ONU (@NoticiasONU) January 30, 2024
Expertos de la ONU en derechos humanos condenaron inequívocamente la ejecución de Kenneth Eugene Smith en Alabama (Estados Unidos), quien murió asfixiado al ser obligado a inhalar gas nitrógeno, y pidieron que se prohíba este método por ser inhumano. «El uso, por primera vez en humanos y de manera experimental, de un método de ejecución que se ha demostrado que causa sufrimiento en animales es simplemente escandaloso», dijeron los relatores.
En lugar de la muerte «rápida, sin dolor y humana» pronosticada por las autoridades, que defendieron el uso del método a pesar de la falta de evidencia científica, se informa que Smith tardó más de 20 minutos en morir. Testigos de la ejecución dijeron que el reo permaneció consciente durante varios minutos mientras se retorcía y convulsionaba en la camilla, jadeando por aire y tirando de las restricciones, sacudiéndose violentamente en una agonía prolongada.
Morris Tidball-Binz, Relator Especial sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias; Alice Jill Edward, Relatora Especial sobre la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes; Margaret Satterthwaite, Relatora Especial sobre la Independencia de los Jueces y Abogados y Tlaeng Mofokeng, Relatora Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental se mostraron contundentes: «El uso de Alabama de Kenneth Smith como conejillo de Indias humano para probar un nuevo método de ejecución constituyó una experimentación humana no ética y no fue más que tortura sancionada por el Estado».
«La espeluznante muerte infligida a Smith también probablemente causó angustia y sufrimiento extremo a sus familiares» añadieron los expertos, reiterando su grave preocupación de que otros estados de Estados Unidos estuvieran tomando medidas para utilizar la inhalación de gas nitrógeno como método de ejecución. «Solicitamos la prohibición de este método «, dijeron, recordando a Estados Unidos sus obligaciones internacionales.
Kenneth Eugene Smith, de 58 años, había pasado décadas en el corredor de la muerte por un delito cometido en 1988. Su primera condena a muerte, dictada en 1989, fue anulada por motivos procesales en 1992. Fue juzgado de nuevo en 1996, cuando el jurado votó casi unánimemente para condenarlo a cadena perpetua, pero el juez de primera instancia anuló su decisión e impuso la pena de muerte en su lugar. En 2022, Smith sobrevivió a una ejecución chapucera mediante inyección intravenosa que duró horas y que, al parecer, equivalió a tortura.
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