Forbes advierte que el impuesto solar español puede provocar «desobediencia civil a gran escala»
La revista de EEUU se muestra en un artículo de Kelly Phillips Erb titulado «Sin ideas y endeudada, España pone sus miras en gravar con impuestos el sol? muy crítica con la última reforma energética del gobierno español sobre renovables. Señala que se busca reducir la deuda con impuestos y multas «increiblemente onerosos» sobre el mismo comportamiento que antes alentaron. Incluso advierte que puede provocar «desobediencia civil a gran escala».
Forbes detalla la apuesta de España por la renovables en la última década y señala: «ese convirtió en uno de los primeros países del mundo en capacidad de energia solar fotovoltaica instalada. Pero quiza tuvo demasiado de una cosa buena. España genera tanta energía solar, segun su gobierno, que la capacidad de producción supera a la demanda en más de un 60%. Ese desequilibrio ha creado un problema para el gobierno, que ahora se encuentra en deuda con los productores. Y no por poco. La deuda se dice que ha crecido a casi 26 millones de euros.»
El texto añade: «¿Y cómo salir de ese tipo de deuda? Pues proponiendo impuestos y multas increiblemente onerosos, por supuesto. Y lo hace exactamente sobre el comportamiento que alentó y suvencionó antes: el uso de paneles de energía solar. Asi es. España intenta ahora reducirlo mediante la imposición de un impuesto a los que utilizan los paneles. Da la sensación de que los funcionarios del gobierno se habían quedado sin ideas, y mirando al cielo un día, pensaron: `¡Ya lo tengo! Vamos a gravar el sol!´»
Y asegura: » Pero esperen, aun se pone peor. El uso de paneles solares hizo posible que muchos en el país produjeran su propia energía por menos dinero de lo que habrían pagado a las eléctricas, incluso generaban suficiente electricidad solar para vender el excedente. Pero esto, también resultó un problema y el gobierno también está acabando con eso: como parte de los esfuerzos de reforma (es decir: medidas desesperadas), habrá una prohibición de la venta de energía extra. La medida ya es muy impopular y algunos temen que el resultado será la desobediencia civil a gran escala. Es decir, que los españoles simplemente decidan no cumplir la ley«