Racionalidad vs contumacia
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Toda la actualidad nacional está en los tribunales, donde la racionalidad y la contumacia se han ido a dirimir varios enfrentamientos.
El primero, el de educación para la ciudadanía. La racionalidad cree que en la escuela se debe explicar la realidad de la sociedad plural y los derechos que asisten a sus habitantes. La contumacia defiende que no, con la misma firmeza que antes empleó para exigir que en la escuela se enseñaran los principios de la doctrina cristiana. Es decir, que en la escuela no se expliquen las leyes que no les gustan, aunque hayan sido aprobadas en el Parlamento, pero que sí se expliquen la trasusbtanciación, la resurrección de la carne o la vida eterna. Los tribunales deliberan.
Segundo asunto. En Euskadi, por enésima vez, la contumacia busca la forma de presentarse a unas elecciones sin condenar el empleo de la violencia en la defensa de sus ideas. La racionalidad lo ha intentado todo, ha argumentado por activa y por pasiva a lo largo de los años, infructuosamente. La contumacia se niega a condenar el tiro en la nuca y se reclama, además, abanderada de la democracia. Como siempre, habrá batalla hasta el último minuto.
Tercer asunto: un juez ha visto indicios de delito en el caso de espionaje en la Comunidad de Madrid. Aquí, la racionalidad y la contumacia están enredadas en confusa madeja. Más que el código penal o el código civil, el juez debería consultar la historia de los Borgia: Rodrigo, César y Lucrecia. Le puede proporcionar interesantes paralelismos. Con todos los frentes abiertos, los jueces preparan su huelga. Aquí convendría que tanto ellos como el Gobierno se guardarán la contumacia. Los ciudadanos tenemos derecho a reclamarles racionalidad.»