Se llama Shamsia Hassani y en los últimos días su nombre y sobre todo sus grafitis mostrando las amenazas a las mujeres bajo el régimen talibán en Afganistán están siendo compartidos y difundidos por personas de todo el planeta, en redes sociales y medios de comunicación, como un modo de darle voz a ella y a los temores de todas las mujeres afganas.

La artista lleva meses retratando la pesadilla que el regreso de los taliban supone para la población e incluso tras la reciente toma de Kabul y las amenazas que las milicias han vertido hacia los activistas en favor de los DDHH y en especial hacia las mujeres, ha seguido pintando y resistiendo. Este grafiti titulado «Muerte a la oscuridad» ha servido, tras un días de silencia y de temores por su seguridad, para reafirmar su voluntad de seguir dando voz a los derechos de las mujeres afganas.

En realidad, Shamsia Hassani no era, en absoluto, una total desconocida, ya que se trata de la grafitera y artista callejera más conocida de Afganistán. Su valiente manera de dar voz a las mujeres de su país en murales y dibujos ya le había granjeado cierto reconocimiento internacional e incluso había participado en exposiciones en galerías de Estados Unidos, Europa y Asia.

Pero ahora desde la ofensiva de los talibanes para retomar el poder en Afganistán tras la salida de las tropas internacionales y su conquista de una provincia tras otra, Hassani se ha convertido en una especie de faro en la oscuridad y de referente para evidenciar la situación de las mujeres afganas y las negras perspectivas de futuro que se les presenta. Y sus obras, que pese a todo evidencian cierta esperanza, se han convertido en virales, «volando» en Whatsapp, Instagram, Facebook o Twitter, como una manera de darle mayor visibilidad al problema.

“El arte cambia la mente de las personas y las personas cambian el mundo” es el lema de Shamsia Assani, nacida en 1988 en Irán de padres afganos refugiados. Empezó a hacer graffitis en 2010 tras estudiar pintura y artes visuales en la Universidad de Kabul. Y sus obras, siempre ha estado presente la difícil situación de mujeres y niñas en el país. En las más recientes, las muestra enfrentándose a distintas situaciones sociales y a la amenaza de los talibanes. Y hasta ahora evidenciaban la esperanza del pueblo afgano para salir de esta guerra.

Los derechos de las mujeres en Afganistán han ido variando de en función del gobierno de turno, ganando y perdiendo derechos a voluntad. Con la llegada de los talibanes se teme un retroceso brutal. La mayoría de analistas y activistas de DDHH creen que el nuevo régimen impondrán restricciones draconianas y castigos mortales a las mujeres, como hicieron durante los años 90. Y en el caso de artistas, como Shamsia Assani, la amenaza es doble: por ser mujeres y además por realizar trabajos que los talibanes consideraron ya en el pasado, una violación de su estricta interpretación de la ley islámica.

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