Hace falta liderazgo
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Tras la jornada parlamentaria de hoy, la palabra es decepción. A una crisis extraordinaria le ha correspondido un pleno muy ordinario, en el que ha habido todo menos lo que más se necesita: liderazgo. Liderazgo político. Del presidente del Gobierno, por supuesto, pero también del líder de la oposición, y de los portavoces de los grupos parlamentarios. Todos han estado espesos, cansinos, administrativos, rutinarios. Todos parecen superados por la realidad. Zapatero ha perdido su brillo y Rajoy es plomo fundido. Zapatero maneja dos ideas sólidas: amparo a los más débiles y diseño de un nuevo modelo.
En lo primero, la protección social, su empeño es tenaz, incondicional, casi obsesivo. Lo segundo, el nuevo modelo, está en la fase vaporosa de los enunciados. De la intervención de Zapatero quedan algunas medidas concretas, pero a la sociedad no le ha producido ni un minúsculo calambre.
Rajoy dice cosas, pero cuanto dice es humo. Propone soluciones que él llama de sentido común, pero que se cuida muy bien de no concretar. Reducir gastos, pero sin especificar cuánto ni cuáles. Bajar impuestos, pero sin decir qué impuestos, ni qué porcentaje. Todo gratis y todo muy circunspecto.
Cuando más destaca Zapatero es cuando está hablando Rajoy. Los demás intervinientes, muy tácticos, tomando posiciones para los presupuestos generales. Por cierto, el PNV entreabre la puerta a Zapatero.
En conjunto, una sesión técnica, fría, burocrática. Inadecuada para un momento como este cuando la ciudadanía -preocupada cuando no asustada- necesita sobre todo liderazgo. Alguien puede creer que decir liderazgo es decir nada. Se equivoca.
Los pueblos se han movilizado, se han unido en la adversidad, se han puesto las pilas cuando se les ha sabido implicar en la tarea colectiva. No ocurre eso hoy. El crédito de Zapatero mengua, Rajoy nunca lo tuvo. Incluso un pacto entre los dos -que sería necesario- parecería insípido. Así están las cosas. La política no puede con la crisis y la sociedad cree que todo lo tiene que hacer la política.»