Huelga de los jueces
A estas alturas, apenas importa quien tenga razón, nosotros ya expresamos hace tiempo nuestra opinión. Los jueces hubieran seguido soportando las carencias que ahora denuncian -como las soportaron durante mucho tiempo- de no haberse sentido ofendidos corporativamente por el caso Tirado Pero, haya venido por donde haya venido, el hecho es que esta sobre la mesa una modernización de la justicia que es imprescindible.
Este gobierno es el que mas se ha ocupado del asunto, y, por tanto, el que menos se merecía esta bofetada pública, pero lo único provechoso que cabe hacer ya es avanzar aceleradamente en esa modernización y dejar a un lado reproches y discusiones, muy interesantes pero estériles, para andarse por las ramas ya tenemos al partido popular.
Se presento durante años como el paladín en la lucha contra la corrupción, pero debió añadir, «contra la corrupción ajena». Ahora, cuando le ronda y le salpica, con muy sospechosa fetidez, se une contra el que denuncia y de qué forma grotesca la foto de los dirigentes unidos, con pretensiones de cuadro de Gisbert, Torrijos y sus amigos a punto de ser fusilados en las playas de Málaga por los enemigos de la libertad, ha precisado con claridad que están muertos de miedo y que su preocupación no es ni de lejos la limpieza democrática sino la defensa de su clan.
Hoy se complacen en la victoria pírrica de la inhibición de Garzón, es un consuelo ocasional porque el problema del PP no esta en Garzón, sino en los hechos y estos los denuncia la fiscalía anticorrupción, y en sus líos internos, que no los resuelve ninguna cacería.
Y qué decir de Esperanza Aguirre, siempre tan echada p’alante, tan clara y tan brava en Hawai como en Bombay, escurriendo el bulto, poniendo zancadillas a la comisión parlamentaria que ha de investigar el asunto de los espías, el PP debiera oírse a si mismo hace unos pocos años.»…