Internet opina:»Con la crisis, la prensa española se mira demasiado el ombligo»
Al blogger David de Ugarte, le soprende que en días como estos en los que hay tantas noticias mundiales relevantes -preguerra en Bolivia, intervención de EEUU en Pakistán, el precio del crudo-, los grandes medios españoles parecen haber cerrado los ojos a lo que sucede en el planeta y sólo se preocupan de la crisis en su versión más local y de trivialidades. Cree que los periódicos están mirándose demasiado el ombligo, algo que suele ocurrir con las crisis pero que conlleva riesgos que ya se vieron en los años 30.
De Ugarte también considera que los medios están fallando en lo que debería ser su papel en el nuevo ecosistema mediático:
Ya no tienen el monopolio de los enfoques, ni de las miradas, pero sí tienen la responsabilidad de decirnos cuales son los temas que todos tenemos en común, la agenda pública. Y si de esa agenda se excluye lo que sucede en el mundo y sólo nos dedicamos a mirarnos el ombligo, el resultado no puede ser bueno.»
La blogosfera no es del todo ajena a esta tendencia de «mirarse solo hacia dentro», pero sí se encuentran comentarios y analisis sobre lo que está sucediendo en Bolivia y Pakistán por ejemplo.
Rosa Jimenez Cano considera en su blog que Evo Morales se confunde y sigue demostrando su incapacidad -que no falta de voluntad- para hacer de Bolivia un país: «La expulsión del Embajador de USA no es la solución, sino el detonante de lo que vendrá después. Es dar pie a algo peor. Lo fácil es buscar un enemigo exterior. Lo difícil es ver la realidad y tomar medidas. Cada día se ve más lejano hacer de Bolivia un país igualitario, multicultural y con una economía floreciente, acorde a sus muchos recursos.»
Magin Revillo, de Revilloblog, explica que Estados Unidos dedica horas extras a la diplomacia después de encontrase con el polvorín boliviano como nueva crisis en el continente americano y identifica a Sean McCornick, como el encargado de apagar el fuego y explicar lo que empezó primero por Bolivia y ahora se complica con las decisiones solidarias del venezolano Hugo Chávez. Y en cuanto a Pakistán denuncia que Bush parece haber cogido la calle de enmedio: «Desde el pasado mes de julio las órdenes son atacar y después informar al gobierno de Pakistán de las incursiones que Estados Unidos pueda realizar en aquel país».
German Ojeda, en el blog Dominio Público, cree que la revolución democrática y pacífica que ha iniciado Evo Morales que, sin embargo, ha tenido como respuesta «la división separatista y el boicot institucional promovidos por las élites bolivianas apoyadas por Estados Unidos y por las multinacionales económicas, mediáticas y políticas del mundo occidental». Y en los comentarios, se apunta la paradoja de que «los que se sublevan son los equivalentes bolivianos a algunos sectores de los nacionalismos catalán y vasco, los que reclaman que los impuestos de los catalanes/vascos sean para ellos».
Iñigo Saenz de Ugarte, de Guerra Eterna, reflexiona sobre los últimos movimientos de EEUU en Pakistán, donde «la ficción de las relaciones entre ambos países se ha diluido en el aire con la dimisión de Musharraf. Ahora todos son conscientes de la realidad. Pakistán sabe que EEUU pretende manejarse con total impunidad en la lucha contra los talibanes de los dos lados de la frontera […] y los norteamericanos saben que amplios sectores del Ejército y los servicios de inteligencia de su aliado apoyan a los yihadistas y no establecen diferencias entre los que luchan en Afganistán y Cachemira».
Manuel Antonio de Atina Chile traza un paralelismo entre su país y el que preside Evo Morales y cree que Bolivia se está «chilenizando»: «el proceso de Bolivia es el mismo vivido por Chile durante la dictadura militar. La derecha dirigida, organizada y alimentada por los dólares de
la C.I.A. por medio del embajador yanki, ha montado un espantoso dilema al pueblo boliviano quien siendo mayoría absoluta, mejor dicho los dos tercios del país, debe dejarse manejar por los estados de violencia de una minoría.»
La crisis tiene solución. Esta solución pasaría por dejar de exprimir al ciudadano común, al ciudadano de a pie, y acabar con esos sueldos vitalicios que se ponen los políticos. Es una barbaridad lo que cobran durante el tiempo que ocupan el cargo. Y lo que ya considero que es como reírse del electorado es que estos señores sigan cobrando sus magníficos sueldos una vez que ya no ocupan esos puestos. Me encantaría que sacaran este tema a la palestra. Que se cree un debate social. Creo que es algo que concierne a todos