Internet opina: «Sarkozy está haciendo política-culebrón»
Nacho de la Fuente, responsable del blog La huella digital, cree que Nicolas Sarkozy ha cometido un error al lanzarse a la «política-culebrón» explotando mediaticamente su lado playboy y su romance con Carla Bruni. Cree que la gente termina pasando factura a este tipo de conductas, porque prefieres a políticos más discretos. Y recuerda que precisamente el declive de Jose María Aznar empezó con la exhibición pomposa de su vida privada que hizo con motivo de la boda de su hija en El Escorial.
Para Nacho de la Fuente, Sarkozy es libre de hacer lo que quiera con su vida privada, pero ha convertido su nueva relación en un espectáculo. Y a la gente no le gusta que el presidente de su país se exhiba así y además en unos viajes de gastos millonarios que nadie sabe muy bien quien los está pagando. Por eso lo bautiza como política-culebrón.
El autor de La huella digital cree que si algo parecido hubiese pasado en España con Zapatero o con Aznar, se hubiera montado: «una bien gorda». Durante semanas, la oposición martillearía preguntándose de dónde sale el dinero o cómo el presidente pierde tanto tiempo viajando en vacaciones. Nacho de la Fuente cree que los políticos son elegidos para cubrir el interes general de los ciudadanos, y una imagen como la que está dando Sarkozy no es buena. Hay que tener más discreción.
De hecho la popularidad del presidente francés ya se ha visto afectada y ha bajado considerablemente, desde el 60% o 70% hasta el 48%. Y el blogger recuerda que el declive de José María Aznar empezó precisamente también en una exhibición personal: la boda de su hija en El Escorial. Hasta entonces, señala que se trataba de un presidente de gozaba de un alto nivel de apoyo, pero a la gente no le gustó la pomposidad de la boda y a partir de ese momento, empezó su caída, agravada por incidentes como el Prestige, el Yak-42 o la Guerra de Irak.
Nacho de la Fuente no cree que nadie esté en contra de que Sarkozy tenga novia, sino de la exhibición constante de sus vacaciones. «Al final la gente pasa factura y reclama que el presidente ha sido elegido para algo más que pasear su nuevo romance».