División de opiniones en Internet sobre las nuevas medidas económicas
El paquete de medidas anunciado por Zapatero esta semana, entre las que figuran eliminación de los 426 euros a parados de larga duración, la privatizacion de aeropuertos y loterías y la reducción del impuesto de sociedades entre otras, han sido alabadas y criticadas en la blogosfera. Unos defienden por un lado que son una respuesta adecuada a la coyuntura economica y que pueden hacer un estado más eficiente y capaz de mantener politicas sociales, mientras otros consideran que son una ración doble de ultraliberalismo que se ceba en un sector más desfavorecido y que le alejan de su electorado.
Fernando Jauregui en Cenáculos y mentideros considera que con las medidas Zapatero gana un set, pero no el partido: «con esta, van dos remontadas a la red; porque, por mucho que se empeñen los detractores, lo cierto es que la ??cumbre?? del pasado sábado con los mayores empresarios y banqueros españoles cosechó un punto positivo, aunque acaso también eso sea insuficiente.»
Arsenio Escolar en su Que paren las máquinas cree que las medidas son «típicamente liberales, tres tazas más de caldo de derechas» y son el Plan B: «En julio, tras los tests europeos a la banca, el Gobierno pensó que no iba a necesitar el Plan B, pero la crisis irlandesa puso de nuevo en el disparadero nuestra financiación.» Y cree que las medidas «le hacen al PSOE, al Gobierno y especialmente a Zapatero un descosido integral en su intento de recuperar a su electorado desengañado.»
Roger Senserrich en el blog Materias grises considera que «las nueve medidas presentadas ayer no tienen nada de ??derechas? o ??neoliberal?. Al contrario: destruyen una empresa ineficiente, racionalizan el kafkiano sistema fiscal, destruyen la aristrocracia de las cámaras de comercio, y hace que la casta funcionarial tenga la misma seguridad social que todos, sin privilegios. Y cierto, son un parche, no son suficientes ni de lejos. Pero ese es otro tema.»
Ignacio Escolar contextualiza en su blog que «cuando hablamos de eliminar los 426 euros para los parados de larga duración, hablamos, para ser exactos, de mandar a la miseria a varios miles de familias porque esos 426 euros al mes son para muchos la distancia entre la pobreza y el hambre. Cuando hablamos de privatizar, nos referimos, obviamente, a las empresas públicas que son o pueden ser muy rentables. Cuando hablamos de subir impuestos, se trata del IVA; cuando hablamos de rebajas fiscales, se trata de las empresas…»
Hugo Martínez Abarca considera que se «está destrozando el país. Destroza inmediatamente a las personas en paro que no tengan esperanzas de encontrar trabajo ni de recibir unas migajas de solidaridad pública para llegar a fin de mes (si alguno de ellos reacciona mal, que nadie se sorprenda), pero a medio plazo machaca a todo un país que está tan hundido como el resto de países que dieron lecciones de liberalismo. La salida impulsada por ZP es más shock neoliberal, más medicina de la que nos ha llevado a este lugar.»
Josep Oliver Alonso en Almendrón defiende que las medias son una respuesta a una «línea roja» que ha trazado Alemania sobre el futuro del euro: «parece que el presidente Zapatero también lo ha entendido así y su doble manifiesto (las reformas prometidas tras la reunión del pasado sábado con las grandes empresas y el anuncio de ayer de nuevas medidas) sugiere que, pese a las críticas a Merkel, se ha abierto camino la tesis de que hay que poner orden en casa.»
Jose Luis González Quirós del blog Por mi que no quede se muestra «conforme con una de las medidas que ha anunciado Zapatero, y veremos si cumple. No digo que esté de acuerdo con las medidas, porque creo que eso sería absurdo, ya que deberían haber sido más, más hondas y mucho antes, pero tampoco estoy en absoluto desacuerdo con ninguna de ellas. Mi preferida es la que elimina la obligatoriedad de las cuotas empresariales a las Cámaras de Comercio. ¡Ya era hora!»
Nacho de la Fuente en La huella digital critica: «Seguro que en los últimos 426 minutos se habrán oído hasta 426 insultos diferentes dirigidos a un presidente sin rumbo y cuya credibilidad está al menos a 426 metros bajo tierra. 426 míseras ilusiones y razones al carajo por culpa de la crisis de la avaricia, la misma que enloquece mercados y tambalea gobiernos. 426 puñaladas traperas en un estado de malestar generalizado.»
En La ley de la gravedad creen que el el gobierno va a privatizar porque que «las dos otras fuentes de liquidez están agotadas. Emitir deuda se ha puesto especialmente complicado con como están los mercados y la desconfianza profunda, la prima de riesgo que nos piden ha aumentado. La alternativa de subir los impuestos es problemática porque la gente ya está suficientemente apretada con la crisis. Luego, el mejor sitio de dónde sacar dinero es vendiendo los muebles de la casa.»