Jira Bulahi, delegada del Frente Polisario en España, denuncia «irregularidades» en la cadena perpetua a varios activistas saharauis

Jira Bulahi, delegada del Frente Polisario en España, ha denunciado en La Cafetera de radiocable.com las «irregularidades», la falta de aun «prueba incriminatoria» y las «declaraciones bajo torturas» en torno al juicio de los activistas condenados a cadena perpetua tras el desmantelamiento en 2010 del campamento de protesta de Gdeim Izik.

Ha sido el 19 de julio de este año cuando un tribunal marroquí ha condenado a cadena perpetua a varios activistas saharauis. Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han denunciado «irregularidades» alrededor de dicho juicio.

«Ha sido una condena a toda la resistencia saharaui, a todo el pueblo saharaui, en un juicio exento de todas las garantías. A los activistas se les acusa por haber reivindicado de manera pacífica y coherente, una protesta que era a las afueras y ni tan siquiera suponía ningún disturbio para la ciudad, sencillamente demandaban mejoras sociales y económicas para la población condenada precisamente por ser saharaui», explica la delegada en España del Frente Polisario.

Sin embargo, afirma: «La comunidad internacional se mantiene impasible ante un juicio que estaba pre-elaborado».

El pueblo saharaui sufre «los recortes y la limitación de las ayudas en general y no vemos ningún avance político, a pesar de la última resolución a nivel del Consejo de Seguridad que dejaba bien claro que había que retomar inmediatamente las negociaciones, pero Marruecos sigue impidiendo el trabajo de la Comisión», condena Jira Bulaji

Para el pueblo saharaui «la violación de los Derechos Humanos sigue de manera constante y continua». Con una «inestabilidad propiciada por el propio Reino de Marruecos que es el tráfico de armas pero también de bandas que atentan contra la estabilidad y la seguridad en la zona»

«A nivel de los saharauis se dice que hay dos Españas; la España oficial que más bien ha venido favoreciendo mantener de manera externa la ocupación y todas sus prácticas habituales de tortura, desapariciones, persecuciones y silenciar lo que está ocurriendo en esa ciudad». Pero también, añade Jira: «La otra España que representa esa ciudadanía» (…) «y esa solidaridad y que hoy se manifiesta e indigna por esta cruda sentencia con la que prácticamente condena a todos los saharauis a seguir en la misma situación».