Jordi Sánchez (ANC): «La tramitación parlamentaria de las leyes me disgustó, no fue el procedimiento deseado»

El presidente de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, confiesa en La Cafetera de radiocable.com: que: «La misma tramitación parlamentaria de las leyes que a mi me disgustó personalmente no fue el procedimiento deseado, a pesar de ser legal». Pero, señala, que se optó por «ese mecanismo porque la propia oposición ha evitado que el Parlamento de Cataluña pueda debatir con normalidad este tipo de proyectos de ley».

«Habrá que tener una actitud de máxima honestidad para determinar si ha llegado el momento de aceptar que el referéndum ha perdido la credibilidad que hoy sigue teniendo, en mi opinión», afirma.

Jordi Sánchez recuorda que «la imagen, dolorosa para algunos, de representantes de PSOE, PP y Ciudadanos en las puertas del Constitucional para solicitar que tomara cartas para evitar debates en el Parlamento de Cataluña». «Qué triste que los diputados se autocensuren», dice, y pide «no confundir la ausencia de la oposición por falta de garantías con la ausencia de la oposición por voluntad de boicot».

En palabras del presidente de la ANC, la Diada de hoy «será una jornada festiva en el sentido más estricto del término». Y, añade que «tendríamos que estar todos los demócratas satisfechos de que podamos llegar a un escenario como el actual porque un demócrata no puede más que celebrar que seamos los propios ciudadanos los que nos empoderemos y participemos en el diseño del futuro para tener entre todos una mejor sociedad».

Jordi Sánchez asegura tener «el convencimiento de que el Gobierno de Cataluña tiene todos los mecanismos preparados para que se celebre el referéndum con la máxima normalidad el 1 de octubre».

Con respecto a la posibilidad de que el ayuntamiento de Barcelona no abra los colegiossobre los que tienecompetencia y el papel de Ada Colau, Sanchez opina que la alcaldesa «no puede impedir que los ciudadanos puedan votar porque además está muy cerca de encontrarse el mecanismo y que finalmente Barcelona vaya a permitir que los ciudadanos voten en los espacios habituales. Colau no nos va a fallar en ese punto, seguro que no», reafirma.

«No tiene sentido que en el siglo XXI se impida que las urnas hablen», dijo. «Creo que en Cataluña hay una mayoría que inequívocamente quiere que se vote para cerrar un capítulo muy intenso», reconoció.

En opinión de Sánchez «la ley aprobada en el Parlament genera un marco aún vigente y por eso el Gobierno y las instituciones del Estado sólo tendrán una posibilidad de impedir el referéndum: la autorización de los mecanismos propios de la coacción y el uso intenso de los mecanismos coercitivos -jueces, Fiscalía, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado- para impedir que se vote».

Jordi Sánchez resalta el 40% que no exige que se impida el referéndum de la encuesta publicada hoy en el diario El Mundo, elaborada por Sigma Dos: «La única manera de superar estereotipos es hablar, dialogar, aceptar al otro en sus opiniones y manifestaciones, y esa encuesta me llena de esperanza porque confirma una sensación vivida en muchas ocasiones».

Sobre la respuesta del Gobierno español, Sánchez responde que: «sabemos de las amenazas pero la desesperación del Estado y las instituciones del Estado es que ya han tomado nota de que han perdido una parte de la legitimidad». Y señala: «Hay una parte muy importante de los representantes políticos y la ciudadanía que sabe que solo con una actitud firme de obediencia a su conciencia puede llevar a culminar con éxito este proceso».

Sánchez destaca que «esta represión anunciada por el Estado será un gran error, si es que la Fiscalía, los jueces y el Gobierno impulsan ese tipo de acciones. Siempre explico que los que fueron insumisos vivieron en sus carnes una cierta tensión e incluso represión pero al final el sentido común permitió que el servicio militar desapareciera en el año 94″, dice.

Jordi Sánchez critica que «quien pretenda en el siglo XXI perseguir papeleteas y urnas tiene problemas colosales, es otro gravísimo error y nos retrotrae a otros tiempos. No hay poder político en el Estado que impida de forma efectiva que el 1-O se pueda votar».

«Si no hay papeletas oficiales -que lo dudo, creo que las habrá- seguro que la gente encontrará la imaginación para desbordar los límites democráticos que el Estado impone». Y reconoció¡¡e: «Vamos a vivir semanas intensas pero al final el referéndum es la gente, y cuando la ciudadanía quiere votar, se va a votar».