El exMinistro García-Margallo en La Cafetera: «Apoyar a Manuel Valls es la única solución sensata en estos momentos»

García-Margallo defendió en La Cafetera acudir con Ciudadanos a las elecciones para el Ayuntamiento de Barcelona. «Yo lo defenderé dentro de mi partido»-afirmó en el programa de radio La Cafetera, de radiocable.com. José Manuel García-Margallo cree que para que el PP pueda sumarse  desde la candidatura deben ofrecer «generosidad y reconocimiento al Partido Popular».

La candidatura de Valls es, en su opinión, «transversal, sin siglas de partidos». «Acataré la decisión que se tome [en el PP], pero no callaré que no hacer eso es poner en riesgo cierto la alcaldía de Barcelona».

«El hecho más grave que podría suceder dentro de la legalidad es que el secesionismo conquistara también el ayuntamiento de Barcelona». «Evitarlo es la máxima prioridad que España tiene en estos momentos»-consideró. «Acudir divididos a las elecciones municipales es aumentar las posibilidades de que el secesionismo consiga ese objetivo»-añade (entrevista a partir del minuto 34:00).

Margalló defendió que esa misma «experiencia conjunta» podría extenderse a nivel nacional. «La experiencia dice que, cuando el centro va dividido gana la izquierda»- insistió. «No veo diferencias insalvables entre PP y C’s y por tanto habría que buscar la fórmula de concurrir de una manera que nos garantizase el éxito electoral, visto lo que tenemos actualmente, y lo que supondría una reedición de este camarote de los hermanos Marx en que se ha convertido el gobierno de la nación».

El exMinistro se remitió a la consulta del 9-N para explicar el origen del conflicto catalán. «Yo me opuse rotundamente a que se permitiese la consulta del 9 de noviembre». «Mi tesis era que esa consulta no se podía celebrar y el gobierno tenía los medios para impedirlo»- aseguró en La Cafetera. «Sabíamos que las urnas y las papeletas se estaban haciendo en una cárcel de Lérida y hubiese bastado con aplicar el 151 durante 24 horas poniendo a los Mossos a las órdenes del ministerio del Interior para destruirlas»- explicó. «Esa primera consulta no se habría celebrado y al mismo tiempo habríamos empezado un diálogo con las autoridades de la Generalitat, basado en una reforma de la constitución para actualizarla». Una reforma, señala, «para un mejor autogobierno». Su propuesta: «una ley oficial de lenguas; un desarrollo de la disposición adicional tercera del Estatuto, que no había sido declarada inconstitucional, que suponía que las inversiones en infraestructuras en Cataluña durante siete años fuera proporcionales a lo que el PIB catalán representa respecto al PIB de la nación en su conjunto; y sobre todo un cambio en el sistema de financiación autonómico».