El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) de Colombia, ha revelado que durante la crisis sanitaria se ha superado la decena de asesinatos a líderes sociales en manos de grupos armados. En particular, Colombia es el país latinoamericano con más asesinatos de defensores de derechos humanos. Así lo aseguró el pasado cuatro de marzo Naciones Unidas. Y, además, «se han disparado las amenazas en su contra en un contexto de altos índices de impunidad».

Misión de la ONU en Colombia

Según el mismo informe, estas personas  «son asesinadas y violentadas por implementar la paz; oponerse a los intereses del crimen organizado, las economías ilegales, la corrupción y la tenencia ilícita de la tierra; y por proteger sus comunidades».

A pesar de que ha caído la tasa general de homicidios desde 2011, «que sigue siendo alta, los asesinatos de los defensores de derechos humanos han aumentado desde 2016″, según los datos de fuentes estatales como la Defensoría del Pueblo, Naciones Unidas y la sociedad civil.

Entre las recomendaciones de Naciones Unidas al gobierno colombiano, se encuentra  la de «reafirmar el compromiso político» con el Acuerdo de Paz, y «reconocer el papel fundamental de las personas defensoras» en la sociedad y «condenar las violaciones e intentos de deslegitimarlos y criminalizarlos». Así como priorizar la lucha contra la impunidad

 

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