La España de charanga
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Hemos de elegir. Hoy nos reclaman desde dos rincones informativos radicalmente diferentes. Son dos rostros de España, ¿cuál preferimos destacar? Uno nos lleva a Barcelona, nos enfrenta con un éxito científico de primer orden: se ha logrado un trasplante de tráquea que rompe fronteras en la medicina del presente y augura un futuro revolucionario en el mundo de la cirugía. Las ediciones digitales de la prensa británica abren con esta noticia. En el otro rincón nos espera la sesión parlamentaria de hoy, en ella nos hemos topado con dos debates pringosos. El primero nos remite a la España de charanga, pandereta, cerrado y sacristía, o sea, a Bono. Solo a él se le puede ocurrir lo de sor Maravillas. Creíamos estar viendo visiones.
Pensábamos que, al terminar la sesión, sus señorías se iban a ir a la cuarta de Apolo a ver «El barberillo de Lavapiés». Pero no fue lo único, faltaba la ofensiva del PP sobre la cúpula de Barceló para la sala de la ONU en Ginebra. Ahí, la oposición sacó del desván sus valores más añejos y se lanzó al ataque. El diputado Cañete, el de la manteca colorá, calificó el asunto de «ilegal, inmoral y bochornoso». El diputado Robles se lanzó inteligencia abajo y calculó que con ese dinero se hubiera curado la malaria en Lesoto. Ya. Y con la Almudena… y no digamos con el Vaticano. Alguien debería advertir al diputado Robles de que los caminos de la demagogia son muy resbaladizos. Así que hoy, entre los merengues de Bono y las ramplonerías del PP, la actualidad nos traía ecos de la España tahúr, zaragatera y triste, tan cargante. En fin, es nuestro sino. Avanzar y avanzar, hasta posiciones punteras de la modernidad, pero arrastrando un pesado lastre: la mojigatería y la zafiedad intelectual. Aquí, en «Noticias Cuatro», tendremos que contarles unas y otras noticias. Pero que quede muy claro: el éxito científico de Barcelona, por convicción; lo de Bono y Robles, por obligación.»