De todas las páginas que he vistado en Internet, sabeis que mi favorita es «africam.com». Ya he hablado aquí de ella: una cámara situada en la charca de Nkorho retransmite en directo, 24 horas al día, la vida de la sabana africana. Abrirla durante unos minutos es siempre abrir una ventana a la vida salvaje, a la supervivencia más primitiva.

Ahora sé que la ventana que se abre me conecta también a los sueños que tenía cuando era niño. Soñé quizá que viajaría por África, que cruzaría el cielo y abrazaría así el principio. No pasó y seguramente ya nunca suceda tal y como lo soñé.

Hoy he encontrado otra ventana gracias a la noticia que publicó Pilar en la portada de radiocable.com ayer:

«Cada año 200.000 parejas de pingüinos Magallanes migran a la provincia argentina de Chubut en la Patagonia. Este fenómeno de la naturaleza se puede seguir desde Internet en una restransmisión de 72 horas ininterrumpidas. Es �??la Vigilia de los pingüinos�?�.

Llevo horas observando a estos animalitos.  Llegan extasiados a la playa, mirándolo todo, buscando un lugar en el que cobijarse de su hazaña. Sobrevivir es tan complicado y a la vez tan sencillo…