«La memoria selectiva de la Iglesia»
Impresionante y valiente la portada del diario «Público», hoy:
Público cuenta que en octubre de 1936 el bando sublevado asesinó a 16 religiosos vascos. Sin embargo ninguno de ellos figura en la lista de los 498 mártires de la guerra que pretende Beatificar el Vaticano. «Todos los asesinatos son condenables, pero no todos los asesinados son mártires», señaló el pasado martes el portavoz de los obispos, Juan Antonio Martínez Camino, preguntado por esta causa olvidada. [sigue en Público]
No se puede criticar la memoria selectiva de la iglesia y aplaudir la memoria selectiva de la ley de memoria historica.
La iglesia al fin y al cabo es una organizacion no gubernamental y estamos en un estado aconfesional por lo que no obliga a nadie. La Ley de Memoria Historica la hace un gobierno y es de obligado cumplimiento.
Independientemente del grado de veracidad (objetividad), el artículo de Público es por supuesto muy manipulador. (Basta con apreciar el tratamiento a las palabras de Monseñor Camino.) Dudo que fuese aceptable en un medio como la BBC, por ejemplo.
Con respecto a la objetividad de las conclusiones que el artículo desliza, cabe formularse una serie de preguntas:
¿Es el proceso de beatificación un proceso selectivo? ¿Todos los católicos muertos son beatificados? ¿Qué razones justifican la beatificación de unos y la no beatificación de los otros?
Con respecto a la «oportunidad» del evento, que yo considero muy inoportuno, ahora que se argumenta que la Iglesia «responde» a la Ley de Memoria Histórica (terrible y confuso nombre para una ley, por cierto), habría que saber cuándo se inició el proceso y quién (y por qué) ha decidido su conclusión y la fecha de la ceremonia.