Para la Organización Mundial de la Salud (OMS) «la situación de los refugiados y migrantes retenidos en lugares de detención formales e informales, en condiciones de hacinamiento y falta de higiene, es particularmente preocupante». Por eso, afirma, «considerando las consecuencias letales que tendría un brote, deberían ser liberados sin demora». Y pide la «libertad inmediata» de los niños migrantes y sus familias y los «detenidos sin una base legal suficiente».

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El comunicado coincide en el tiempo con la noticia de que «se ha detectado el primer caso de coronavirus en un campo de refugiados, concretamente, de una mujer refugiada que vive en el campo de Ritsona, según contó el periodista Hibai Arbide desde su cuenta de Twitter.  Se lo detectaron «cuando fue trasladada al hospital a dar a luz».

En este contexto, la OMS alerta de que la mayoría de personas refugiadas y migrantes carece de acceso a servicios de salud e higiene adecuados. Y que su situación, «en condiciones de hacinamiento y condiciones insalubres, es particularmente preocupante». Porque, aunque «todos somos vulnerables, ellos están en mayor riesgo».

Para «evitar una catástrofe, los gobiernos deben hacer todo lo posible para proteger los derechos y la salud de todos». Porque, insistieron: «Solo podemos vencer a este virus cuando todos y cada uno de nosotros estamos protegidos».

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