La quema del Corán y el fundamentalismo Bíblico
Hay que agradecerle algo a Terry Jones: ha visualizado la gran expansión que están viviendo los movimientos fundamentalistas cristianos.
Confundiendo fanatismo con religión, Terry Jones ha puesto en peligro la integridad de los norteamericanos y sus tropas en el extranjero. Y no solo eso: ante el mundo, el pueblo de los EE.UU pasa de ser la víctima del gran atentado del 11-S, a convertirse en un agresor ideológico de primer órden.
Si el Pastor buscaba un conflicto entre religiones parece ir bien encaminado, incluso dentro de sus propias fronteras donde entre 3 y 6 millones de ciudadanos se declaran musulmanes.
Sin embargo cuando el Pastor Terry Jones anunció que quemaría ejemplares del libro del Corán se destaparon muchas otras cosas.
Si alguien pensaba que los extremismos solo se daban dentro del Islam debería recordar este nombre: Los Pentecostales, la corriente cristiana a la que pertenece Terry Jones.
Nacieron en 1901 en un pueblo de Kansas. Proceden de la tradición protestante y evangélica y, sin embargo, tienen poco que ver con la tradición luterana alemana, de enfoques mucho más moderados. Los pentecostales son islamófobos, creen que el Islam es malo en esencia, y por si fuera poco, uno de sus seguidores más conocidos se llama George Bush.
En EEUU esta corriente representa la mitad de los protestantes, -y la mitad de la población de EEUU se declara protestante-. Son muy numerosos y cuentan con canales de televisión, telepredicadores, e incluso parques de atracciones con la temática religiosa. Su penetración es especialmente fuerte en el mundo rural.
Lo inquietante es que su expansión no se limita a los EE.UU o a Latinoamérica. Gran parte de los grupos protestantes que estan llegando a España desde Colombia, Brasil, Ecuador y otras zonas de Latinoamérica pertenecen a esta corriente fundamentalista.
Así que, amigos, ya pueden pedir que Dios les pille confesados.