Soja, cacao… La UE prohibirá importar productos que procedan de la deforestación
La Unión Europea ha llegado a un acuerdo para que se prohíba la importación de productos procedentes de la deforestación como el cacao, el café, la carne bovina o el aceite de palma. El Consejo de la UE y el Parlamento Europeo han alcanzado un acuerdo provisional sobre una propuesta para minimizar el riesgo de deforestación y degradación forestal asociado a productos que la UE importa o exporta. El acuerdo establece normas para todos los agentes y comerciantes que introducen y comercializan en el mercado de la Unión o exportan desde él aceite de palma, carne de vacuno, madera, café, cacao, caucho y soja. Las normas también se aplican a una serie de productos derivados, como el chocolate, el mobiliario, el papel impreso y determinados derivados del aceite de palma (utilizados, por ejemplo, como en productos de cuidado personal). Y, «en el plazo de dos años se llevará a cabo una revisión para comprobar si es necesario incluir otros productos», explica en un comunicado el Consejo de la UE.
Desde Ecologistas en Acción -miembro de la Alianza Cero Deforestación junto a organizaciones como Greenpeace y WWF- subrayaron la necesidad de este acuerdo porque la UE, por sus importaciones de productos agrícolas y ganaderos, es actualmente el segundo mayor responsable mundial de la deforestación tropical. Y mostraron satisfacción por el acuerdo alcanzado «como paso para alcanzar la deforestación cero».
Destacan que, «si China, India, Estados Unidos y Japón aprobasen normas similares a la acordada hoy por la UE, se podría acabar con casi el 75% de la deforestación importada en el mundo».
Consideran que el acuerdo alcanzado por el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea «mejora la propuesta inicial del Reglamento al incluir en su ámbito de aplicación materias primas como el caucho y el carbón vegetal». Sin embargo, hay letra pequeña: «Se pierde la oportunidad de incluir desde el principio a otras tierras boscosas en su ámbito de aplicación». Aunque, aseguran que «la Comisión lo evaluará, a más tardar un año después de la entrada en vigor».
Entre las mejoras que se han incluido está la de añadir el caucho, el carbón vegetal, los productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite de palma en la lista de materias primas que serán objeto de vigilancia y control. Los derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas se añaden como requisitos adicionales «pero limitado a las legislaciones nacionales y al consentimiento previo, libre e informado. Aunque, no se ha logrado incluir la obligación de cumplir con las normas internacionales de derechos humanos». Así como mantener la fecha de aplicación retroactiva del Reglamento en el 31 de diciembre de 2020.