‘La Vida Secreta de Walter Mitty’ para «ver mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir»

La Cafetera de radiocable.com analiza con sus oyentes ‘La Vida Secreta de Walter Mitty’, una película vitalista que invita a los espectadores a disfrutar del momento, arriesgar y, a la vez, poner en valor las pequeñas cosas. Al mismo tiempo que el filme invita a arriesgar y dejar a un lado la rutina, enviando al personaje principal (Walter Mitty) a Islandia a correr todo tipo de riesgos, también lanza el mensaje de lo valiosas que son las pequeñas cosas, de disfrutar de las personas en situaciones cotidianas. Es el caso de la escena en que el famoso fotógrafo Sean O’Connell deja a un lado su cámara para disfrutar del paisaje y sumarse a jugar a la pelota con la gente del lugar.

Todo comienza con la vida de Walter Mitty, un hombre que trabaja para la revista Life en el revelado de fotografías, como las que le envía el prestigioso fotógrafo Sean O’Connell. Sus frustraciones se convierten en ensoñaciones en las que consigue impresionar a la compañera de trabajo de la que está enamorado: Cheryl Melhoff. Esas ensoñaciones se producen mientras está despierto, es decir, que se queda pensativo mirando al infinito incluso mientras otras personas intentan hablar con él.

Esas ensoñaciones se desvanecen en el momento en que se embarca en la gran aventura: encontrar a Sean O’Connell recorriendo Islandia en busca de sus pasos. Ya que Sean O’Connell está totalmente incomunicado, sin ni siquiera un teléfono móvil. Encontrarle es de suma importancia. Walter Mitty no encuentra el negativo número 25, la que será la fotografía de portada del último número en papel de la historia de la revista Life.

En ese camino Walter Mitty no solo conoce el paisaje de Islandia, sino algo más importante, entiende que el tiempo es finito y que la vida es que tomar decisiones y disfrutar de cada una de ellas. Son estas decisiones las que llevan a encontrar a Sean O’Connell, quien le hace ver que lo importante son las pequeñas cosas y reconocer el trabajo de quienes hacen esas pequeñas pero importantes cosas. Tal es así que el negativo número 25, «la quinta esencia», es una fotografía en la que aparece Walter Mitty mirando unos negativos con el edificio de Life de fondo y un titular dedicado a los profesionales que hicieron posible la publicación de Life durante años. Una revista cuyo lema se convierte en el lema de esta película: «Ver mundo, afrontar peligros, traspasar muros, acercarse a los demás, encontrarse y sentir».