Lágrimas negras
Hoy se celebraba en todo el mundo el día de «África», aunque en realidad eso no signifique nada. El mundo desarrollado lo único que ha hecho por el continente africano ha sido desangrarlo. Antes lo exprimió esclavizándolo, robándole su oro, su petróleo, sus diamantes, y ahora su coltán para fabricar nuestros teléfonos móviles. Lo hemos expoliado. Sin embargo el discurso neocon trata de que parezca que con la mano larga lo que les ofrecemos son oportunidades. Esto no es nuevo:
«Los ideólogos del Apartheid defendían: somos partidarios, decían, de que todo el mundo viva cada vez mejor y pueda desarrollarse, pero de que, dependiendo del color de la piel y de la procedencia étnica, cada grupo se desarrolle por separado. Era un pensamiento engañoso pues todo aquel que conocía la realidad sabía que tras aquel estímulo a desarrollarse por igual se ocultaba un estado de cosas injusto: por un lado, los blancos, poseían las mejores tierras, la industria y los barrios ricos de las ciudades; y por otro, los negros, amontonados en pedazos de tierra estéril y semidesértica, llevaban una existencia miserable….» -escribe Ryszard Kapuscinski en ?bano, uno de los libros más solventes para conocer los últimos 150 años de historia africana.
Pero África también esconde profundos secretos: Ruanda es el país del mundo con mayor número de mujeres parlamentarias. Lo cuenta hoy Ana Pastor en radiocable.com. Bienvenida Ana.