Las herencias del franquismo nazi
[24-8-2007] La detención en España del revisionista neonazi Gerd Honski nos sitúa ante un interesante dilema. España persigue el revisionismo nazi mientras que permite el revisionismo franquista ¿Debería ser legislado con la misma dureza que lo está el negacionismo nazi en Austria, Bélgica, Francia, Suiza, Alemania, Rumanía, Eslovaquia, la República Checa, Lituania y Polonia?.
Este no es un asunto menor. El revisionismo franquista que justifica el golpe de 1936 tiene un discurso que es incompatible con la democracia. Aún así sus defesores se ofrecen ante los lectores como grandes demócratas.
España, de hecho, ha enterrado los datos que unían a Franco con Hitler y Mussolini y cuya estrecha relación ignoran por completo los estudiantes de secundaria. Datos como que Churchill tuvo que sobornar a la cúpula franquista para evitar su entrada en la II Guerra Mundial. Una ausencia que se utilizó aquí como prueba de su moderación. Se olvida que el dictador no solamente contó con el armamento alemán para garantizarse la supremacía aérea en la Guerra Civil sino que llegó a entregar a Hitler el cuerpo del espía inglés encontrado en el sur de España pensando que los datos que portaba evitarían el desembarco del día D de los aliados. No sabía el Caudillo que en realidad aquellos datos estaban manipulados por la inteligencia británica y fueron los que despistaron al ejército alemán. Franco, intentando ayudar a Hitler hasta el último momento, fue tan patoso que ayudó a su final. Aquellas afinidades, por cierto, siguieron muchos años después.. e incluso en algunos casos, nunca terminaron.
«Hafners Paradise» película sobre un nazi que reside en España
Pero esto ya es historia. El problema es que, como no se condena de forma tajante, España y sus políticos arrastran todavía los demonios de la era franquista, como se ha encargado de recordarnos hoy David Gardner en el Financial Times:
??La moderna sociedad en que se ha convertido España merece algo mejor que la nostalgia por el nacional catolicismo […] Los españoles que alimentaron el surgimiento de su democracia con valor y entusiasmo, imaginación y orgullo cívico, merecen cosas mejores de sus líderes. Necesitan una derecha moderna que vea España como un proyecto común y que no esté haciendo una último intento contra el progresismo?.
El artículo es verdaderamente crítico con el PP de quien afirma que ha jugado con fuego y ha mantenido posiciones «muy reaccionarias» rescatando la dialéctica franquista de las dos españas. El periodista insinúa que esta herencia es la que ha hecho que el PP mantenga cuestionables posturas en el tema autonómico. Gardner incluso vincula a esa herencia la división tras el 11M:
«Los funcionarios del PP no sólo han insistido en que los terroristas vascos participaron; incluso han intentado introducir una evidencia falsa para probarlo»