Los jóvenes encabezan la lucha climática pero desconfían de cumbres como la COP27

Los jóvenes se preocupan por la emergencia climática porque han «crecido con ella», ha dicho Irene Rubiera, una de las jóvenes que formó parte de Fridays For Future, en La Cafetera. Pero, ¿por qué desconfían de las grandes Cumbres del Clima? Rubiera se muestra optimista: «Aún estamos a tiempo de evitar los peores efectos de la crisis climática». Una esperanza que se encuentra más en las acciones ciudadanas que hacia las instituciones, porque, aunque hay preocupación y acción, no hay confianza en los grandes líderes.

La ansiedad climática de la juventud es un hecho. Contaba National Geographic este verano que «tener o no hijos es una de las muchas decisiones que definirán el futuro de los nacidos en las últimas décadas» y que esto, «combinado con la creciente ansiedad sobre la evolución de la Tierra a medida que se calienta, han creado una brecha cada vez mayor entre los jóvenes y las generaciones mayores, que no vivirán para ver lo peor». En consecuencia, las generaciones más jóvenes están encabezando las protestas contra la inacción climática. Mientras se celebra la COP27 se siguen sucediendo acciones climáticas. Este lunes una joven de unos veinte años protagonizaba una nueva acción contra unas oficinas de Barclays en Reino Unido por sus vínculos con la industria petrolera. En un vídeo publicado por su organización, Just Stop Oil -conocida por las disruptivas protestas en museos- la joven rociaba con pintura la fachada del edificio. Y, el hecho de que los lobbies de combustibles fósiles sigan teniendo una gran representación en cumbres como la de la COP27, no da mucha confianza a estos jóvenes ecologistas. Juan López Uralde se hacía eco de los datos de una ONG que alertaba de que había más lobbies que en la cumbre anterior, la de Glasgow. Como ha dicho Uralde en el programa, no deja de ser «una paradoja que los causantes del problema estén con delegaciones numerosas en las negociaciones» de una conferencia contra la crisis climática». Porque, «como explicaba una ONG, es como si en una cumbre antitabaco se permitiera a las tabacaleras estar en plena negociación».

En la COP27 hay «dos grandes caballos de batalla» para Uralde. Uno, el compromiso de los grandes emisores y la necesidad de reducir sus emisiones. Y el otro es la financiación, «quién paga los daños».  Los países más desfavorecidos reclaman a los ricos -que son los grandes responsables de la situación- que paguen la factura. Un asunto que, desde los comienzos de las negociaciones, «sigue siendo causa de las diferencias».

Y todo esto sucede el día en el que hemos batido récord de población mundial. Ya somos 8.000 millones de personas en la Tierra. En este contexto no es extraño pensar que muchos jóvenes, por la crisis económica y social actual y la emergencia climática, se planteen si quieren tener hijos o no en un planeta que estamos destruyendo.

Además, el programa ha puesto el foco en el origen de los despidos masivos anunciados por grandes tecnológicas como Amazon, Twitter o Meta. Como ha explicado el analista José Romero, lo que ha ocurrido es que la valoración de las empresas en bolsa «está inflada por las expectativas que generaban». En el caso concreto de Amazon, «vendió mucho durante la pandemia y se crearon expectativas de que podría mantener ese modelo de negocio, y no es capaz». También hay que tener en cuenta que el negocio fundamental para Amazon «no es lo que compramos en su tienda online, sino los servicios en la nube para empresas». Y, el ritmo de crecimiento de estos servicios, «no es como imaginaban». En cuanto a Meta, Romero ha destacado el poder de Tik Tok, que «está haciéndoles mucho daño». Y, mientras cae en usuarios y Meta «está invirtiendo un dineral en el metaverso«. Si esta compañía fuera de «aquellas que tienen un mayor control externo, probablemente no le hubieran dejado a Zuckerberg hacer lo que ha hecho».

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