Madres y ciudadanos que cazan a terroristas en la red
Shannen Rossmiller es la juez local de un pueblo de Montana, tiene 3 hijos y en su tiempo libre se dedica a rastrear las webs y foros de yihadistas haciéndose amiga suya… y luego desenmascarando sus planes. La revista Wired ha hecho un perfil de esta especie de nueva heroina norteamericana que combate el terrorismo de forma amateur desde el salón de su casa. Y no es la única. Otros ciudadanos de EEUU están colaborando con las autoridades «chivándoles» información sobre personas y sospechosos de colaborar con Al Qaeda que encuentran en la red. Los llaman caza-terroristas digitales y ya ha habido varios detenidos gracias a sus «desvelos».
El caso de Shannen Rossmiller es el más conocido y el de mayor éxito. Empezó tras el 11S introduciéndose en chats y foros de radicales islámicos en busca de información con la que ayudar a las autoridades. No habla árabe, asi que usa un traductor on line, que reduce a lo básico la conversación, pero permite hacerse entender. Y sobre todo pudo aprovecharse de la descentralización y falta de jerarquía propia de Al Qaeda, que facilita que cualquier persona haciéndose pasar por simpatizante pueda mezclarse con verdaderos terroristas en la red.
Pero esta mujer tuvo más éxito que nadie porque primer se hizo pasar por un potencial soldado de Al Qaeda en busca de acólitos. Luego ella misma fue creando diversos personajes más, a los que reunió en un foro y al que poco a poco fueron incorporándose yihadistas auténticos. Rossmiller es tan concienzuda que ha establecido personalidades muy definidas para cada una de sus identidades en estas redes y guarda fichas detalladas con las características de cada personaje. También logicamente ha ido creando archivos con información de las más de 640 personas reales con las que ha tenido contacto en estos foros.
Se levanta a las 4 de la mañana para mantener su vigilancia y visitas y en ocasiones sus hijos, al levantarse, la encuentran ante el ordenador. Sin inmutarse demasiado, les dice como prepararse el desayuno y prosigue con sus comentarios pro yihad. Aunque confiesa que ahora empieza a tener miedo y ha recibido amenazas. No en vano a ayudado a detener celulas talibanes en Afganistan, identificar a posibles terroristas suicidas y encontrar a un vendedor de misiles en Pakistán. Y sobre todo ha testificado en dos casos de norteamericanos acusados de colaborar con Al Qaeda, Ryan Anderson y Michael Reynolds. Motivo por el cual apareció en varios medios de comunicación
Como curiosidad que afecta a España, el periodista de Wired cuenta que lo primero que vió cuando acompañó a Shannen Rossmiller en un foro, fueron fotos y videos de los muertos en los atentados del 11M en Madrid. Un yihadista los colgó para el disfrute de los demás seguidores, aunque Rossmiller dijo que eso era de lo más suave que se veía por ahí.
Esta mujer no es la única norteamericana que se dedica a cazar terroristas en la red. Rita Katz, es otra ciudadana que colabora con el SITE Institute, una especie de red amateur que monitoriza los chats y foros de Internet en busca de sospechosos de terrorismo. Aunque se quejó de que su propio gobierno filtró un video de Bin Laden que ellos les había pasado y puso al descubierto su tapadera.