El 20% de los mayores de 65 años en España vive en situación de vulnerabilidad residencial extrema
En España existe un tipo de precariedad de la vivienda que afecta de manera significativa a las personas mayores y que apenas suscita atención. Una tesis publicada por el CSIC sostiene que uno de cada cinco mayores de 65 años, el 20,1%, vive en situación de «vulnerabilidad residencial extrema» con graves problemas de habitabilidad en sus casas. Y denuncia que este problema dificulta la permanencia, la participación social y la integración de este colectivo.
(Foto: Flickr/Landalaut)
Se da la circunstancia de que en España no se suele asociar a los mayores de 65 años con problemas de vivienda ya que más del 85% de ellos es propietario. Pero la tesis doctoral de la socióloga Irene Lebrusán, que recoge un artículo de Marian Estevez en ElDiario.es, pone el foco en cómo el sistema de bienestar está fallando en responder a algunas de sus necesidades residenciales y provocando que el 20% tenga graves problemas de habitabilidad no resueltos en la vejez.
Lebrusán identifica once variables en las que existen carencias o dificultades: disponibilidad de agua corriente; estado del edificio; existencia de aseo interior de la vivienda; sistema de alcantarillado público; baño/ducha; accesibilidad; disponibilidad de ascensor; hacinamiento; convivencia de usos en el edificio; tendido telefónico; y existencia de calefacción o de aparatos para calentar. Y tras ponderar los resultados con diferentes criterios (expertos, normativa, entrevistas) y contrastar con variables sociodemográficas, comportamentales, territoriales y de convivencia señala que la «vulnerabilidad residencial extrema» afecta al 20,1% de los mayores de 65 años.
Añade que la coyuntura es incluso pero para los mayores de 74 años y que entre los grupos más perjudicados están las mujeres que nunca han estado casadas y los residentes en ciudades medianas. Y la tesis advierte además de que esta situación tiene todos los visos de empeorar en el futuro por los recortes de recursos públicos, la reducción en el número de propietarios y la menor solidaridad familiar provocada por la crisis.