Menudo lío.
La política norteamericana acostumbra a la práctica del golpe bajo. Hasta ahora, nos había disgustado. Ayer, sin embargo, Miguel Sebastián, el candidato socialista al ayuntamiento de Madrid, insinuó en TVE, que una relación del alcalde le colocaba tangencialmente en el caso Malaya. El alcalde contestó que, con ella, relación «profesional, [no tenía] ninguna»
Que Gallardón tenía amistad con una de las acusadas en el Caso Malaya era un secreto a voces. Poca gente lo publicó, sin embargo.
Ponerlo sobre la mesa es un golpe extremadamente bajo. Si los jueces hubieran intuido algún indicio de cohecho o de tráfico de influencias, Gallardón estaría en este momento en los tribunales. No siendo así, es lamentable que alguien trate de utilizar la vida privada del alcalde -por incongruente que pueda parecernos- en su contra.
EL PAIS, en una nota de la Agencia EFE, lo cuenta así
«Sebastián ha sorprendido a su mayor adversario político al mostrarle varias portadas de revistas en las que se relaciona al alcalde con la abogada Montserrat Corulla, vinculada a la Operación Malaya sobre corrupción urbanística en Marbella, e instarle a aclarar esa informaciones y su supuesta relación con el caso, a lo que Ruiz-Gallardón ha respondido que «profesional, ninguna».»
Me parece tan extremadamente grave lo que ocurrió ayer que, en mi opinión, Sebastián debería pedir disculpas y renunciar a la carrera electoral. Puede que Gallardón no tenga ética personal, pero de un candidato progresista yo sí la espero.