Miguel Angel Rodríguez
Saben quienes me conocen que no disfruto ni con los enfrentamientos ni con la tensión. El hecho de que no me gusten, sin embargo, no significa que me atemoricen. No.
Ayer en el programa tuve una discusión no muy edificante con Miguel Ángel Rodríguez. A decir verdad para mi pasó practicamente desapercibida, puesto que no es la primera vez, ni será la última, que me sucede una cosa parecida con gente muy conservadora. Sin embargo, a la vista de los mensajes que he recibido, deduzco que la discusión no fue tan sutil como yo pensaba:
«…me has resultado enormemente decepcionante. Pensé que por fin iba a ver alguien en TV aportar una visión fresca y avanzada y has resultado un jovenzuelo listillo, insolente y autocomplaciente al servicio de los hilos del aparato…»
Parece que hubo gente a quien no gustó que cuestionara al exportavoz del gobierno de Aznar.
En efecto soy progresista. Lamento mucho las espinas que eso pueda provocar pero lo soy. Creo en la sanidad pública, en la educación pública y en la supervisión del gobierno sobre las políticas laborales. Por encima de todo eso, incluso, creo en las políticas para reducir las desigualdades.
Ese lastre me impide, por tanto, escuchar a Miguel Angel Rodríguez hablando de lo dificil que es hoy para una familia llegar a fin de mes sin preguntarme: ¿hizo algo él para evitarlo cuando era un alto ejecutivo de una empresa? ¿Posibilitó a las secretarias de la empresa sueldos que hiciera más llevadera la cuesta de Enero? La pregunta es más bien sencilla, creo.
En su propia línea ideológica diría: no preguntes que puede hacer el país por tí, pregúntate que puedes hacer tu por el país.
Pues yo me quiero reiterar en lo que escribi en la madrugada en que vi 59 segundos. Miguel Angel Rodriguez es un grosero y un impertinente sin mesura. Me da la impresion de que el programa ha cambiado de tono tras las ultimas elecciones. El director del Mundo es mas suave que Pedro Jota y el caballero del ABC es bastante mas ecuanime que los anteriores representantes de la derecha. Y parece que MAR ya no se encuentra tan jaleado como en los tiempos en que llamo nazis a los medicos del Severo Ochoa. No es que sea oportunista y demagogo en el fondo, es que era griton y un maleducado en la forma.
El otro dia le plantaste cara y ¿eso les duele?