Mirar más allá del objetivo
Por lo general se cree que tener un objetivo marcado es algo bueno: que la persona sabe lo que quiere y que lo persigue; por otra parte, sin embargo, tal situación le impone unas anteojeras, como las de los caballos: ve única y exclusivamente su objetivo y nada más.
Y ocurre, por el contrario, que lo que está más allá, lo que sale del límite impuesto, en amplitud y produndidad puede resultar mucho más interesante e importante.
Ryszard Kapuscinsky en «?bano». El mejor libro para comprender los últimos 100 años de la historia de África.