Millones de mujeres y niñas obligadas a huir se enfrentan a un alto riesgo de violencia de género
Los datos de ACNUR revelan que las denuncias de violencia sexual relacionada con los conflictos aumentaron en un 50% el año pasado con respecto a 2023, y las mujeres y las niñas obligadas a huir representaron el 95% de los casos verificados. Se mencionan en concreto incidentes en República Democrática del Congo, Chad o Afganistán, pero también en los desplazamientos de migrantes en las rutas hacia el Mediterráneo. Y se advierte que estos números son solo una fracción de la realidad ya que muchos casos no se denuncian.
Las denuncias de violencia sexual relacionada con conflictos aumentaron 50% este año con respecto a 2023, las mujeres y las niñas representaron 95% de los casos verificados. Las cifras no reflejan la realidad ya que muchos casos no se denuncian@ACNUR_es https://t.co/VJ5bWYhZcE
— Noticias ONU (@NoticiasONU) November 30, 2024
Más de 60 millones de mujeres y niñas que se encuentran desplazadas por la fuerza o son apátridas se enfrentan a un alto riesgo de violencia de género, pero el financiamiento para los servicios vitales que las apoyan es lamentablemente escasa, advirtió la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Los datos de Naciones Unidas revelan que las denuncias de violencia sexual relacionada con los conflictos aumentaron en un 50% el año pasado con respecto a 2023, y las mujeres y las niñas representaron el 95% de los casos verificados.
Sin embargo, estas cifras “representan una pequeña fracción de la realidad”, ya que muchos casos no se denuncian, apuntó la Agencia.
Acceso a la justicia limitado
“En muchos lugares remotos, el acceso humanitario está cortado o los recursos y la asistencia son escasos. El acceso a la justicia también sigue siendo limitado y los supervivientes temen represalias y marginación social”, dijo la portavoz de ACNUR, Shabia Mantoo.
Mantoo detalló que los trabajadores que operan en situaciones de conflicto reciben noticias constantes de supervivientes que han sufrido violencia brutal, tortura, explotación sexual, violencia sexual y otros horrores, incluso como arma de guerra.
En la República Democrática del Congo, por ejemplo, los cuerpos de las mujeres y las niñas se han convertido en una extensión del campo de batalla en medio de la violencia cíclica y el empeoramiento de la inseguridad, aún en los lugares de desplazamiento. Además, los informes de violencia de género aumentaron este año, y la violación constituye la mayoría de los abusos.
“En Chad, las mujeres han denunciado haber sido violadas mientras huían del conflicto en Sudán”, citó Mantoo. “En Afganistán, las crecientes restricciones a las mujeres y las niñas, las altas tasas de violencia doméstica en el hogar y el empeoramiento general de la situación económica están contribuyendo a una crisis de salud mental, y los socios del ACNUR informan de un aumento del número de pacientes que buscan ayuda”.
Riesgos durante los desplazamientos
Las mujeres refugiadas y migrantes que se desplazan por las rutas hacia el Mediterráneo siguen denunciando que se enfrentan a la violencia y la explotación sexuales, la esclavitud y la trata de personas. Los organismos humanitarios estiman que el 90% son violadas.
Mientras tanto, las supervivientes de la violencia sexual que han huido a los países vecinos suelen permanecer en situaciones precarias, debido a los riesgos adicionales de violencia de género que pueden afrontar durante su desplazamiento y a las demoras en el acceso a los servicios, que pueden ser limitados.
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