Le Nouvel Observateur: «La Monarquía deberá renovarse con el país»
Aunque ya ha pasado más de una semana desde que se supo de la cacería y varios días de las disculpas de Don Juan Carlos, en la prensa extranjera sigue vivo el debate sobre el futuro de la monarquía española. Varios diarios destacan que la imagen del Rey ha quedado dañada, que se oyen cada vez más voces que piden su abdicación y que la Casa Real tendrá que hacer un esfuerzo para renovarse si quiere seguir reinando».
Le Nouvel Observateur asegura: «Sacudida por los escándalos, la monarquía española se ve obligada a un delicado ejercicio para renovarse con el país. El rey «debe cuidar la institución, no sólo por él sino por el que viene, el Príncipe Felipe», advierte Antonio Torres del Moral, experto en la monarquía española. Los escándalos recientes, que se añanden a los problemas de salud de un soberano de 74 años de edad, sacuden los cimientos mismos de la monarquía, en un momento en que las convicciones republicanas están ganando terreno en España y donde se perfila la transición con el Príncipe heredero.
La NPR habla de «temporada de caza abierta contra el Rey de España» y aseguran que antes de la disculpa del Rey «no faltaban voces que pedían la abdicación». Detallan además que «la monarquía de España es más bien simbólica, pero muy respetada. Juan Carlos fue escogido personalmente por Franco y se le atribuye facilitar la transición del país hacia la democracia. Sin embargo, el estudiante universitario Roy Alexander Bouzas dice que los tiempos han cambiado: `Es cierto que las personas de más edad aquí en España aprecian el trabajo que hizo el rey en la transición. Pero creo que ahora estamos en otro momento y el rey tiene que hacer esfuerzos como el resto de los ciudadanos´apunta.»
Der Spiegel asegura en un artículo de su corresponsal Helene Zuber: «Las disculpas del Rey marcan un cambio de época. ¿No debería abdicar un hombre tan débil? ¿Qué va a ser de la monarquía? Son preguntas que de repente surgen en blogs y tertulias. Y también los comentaristas de los diarios discuten ahora abiertamente sobre una institución que hasta hace poco se consideraba sacrosanta. Políticos de todos los partidos exigen unánimemente más transparencia y una clara definición del papel de la familia real. En la Constitución española no está prevista la abdicación voluntaria del Rey. No obstante, por primera vez se escuchan ahora voces que ven en Felipe la oportunidad para un nuevo comienzo.»
Focus sostiene: «Se abre la caza. En plena crisis económica se tambalea un tabú español: críticas contra la Casa Real. La reacción del Rey prueba la seriedad de la situación de la monarquía. El brillo de la corona tiene manchas. Y en plena crisis cada vez son más las voces que se preguntan si España puede y quiere permitirse una Casa Real.»
Bild ha estado publicando numerosos artículos críticos sobre la monarquía española, aunque centrándose especialmente en los supuestos romances del Rey. Pero en uno de los textos analizaban si la polémica podía costarle el trono a Juan Carlos y recogia valoraciones de Iñaki Gabilondo, Mercedes Milá o Tomás Gómez. También han detallado la relación del monarca español con la princesa Corinna Sayn-Wittgenstein y en el úlitmo artículo publicado, se preguntan «si el Príncipe Felipe heredó el gen que hace de su padre un adúltero».
The Guardian apunta en una crónica Giles Tremlett: «Cuidado con la trampa del elefante: la realeza modélica de Europa pierde su toque populista. Fueron una vez la familia de las estrellas reales de Europa, considerados como trabajadores, frugales, modernos y genuinamente populares entre los españoles de a pie que adoraban el rey Juan Carlos como el portador de un gran de la democracia. Sin embargo, ahora los miembros de la realeza de España han puesto de manifiesto la capacidad de pegarse un tiro en el pie, tanto literal como metafóricamente, de una manera que ha dejado a los ciudadanos enojados preguntando si se están dando cuenta cómo la gente común está sufriendo.»
La BBC destaca que «el Rey dió por primera vez y publicamente una disculpa muy bien definida. Es lo que los políticos de la oposición habían pedido, y así parece que el escándalo por sus vacaciones se caza debería morir pronto. Pero el rey tiene otra cosa de la qué preocuparse. Su yerno Iñaki Urdangarín sigue siendo investigado por las denuncias de corrupción, que él niega rotundamente. En el pasado, la crítica a la familia real española no era «lo correcto». Pero ahora es algo a los que los periódicos españoles están cada vez más acostumbrados.»
El Times of Malta resalta: «El escándalo por la cacería de elefantes que obligó al rey Juan Carlos de España a dar su primera disculpa pública ha puesto a la popular monarquía en peligro de extinción. Varios meses problemáticos para la monarquía, culminados con la disculpa por irse a un caro viaje de caza a Botswana mientras su país sufre una recesión, han empañado la imagen del rey. La visión de Juan Carlos con muletas diciendo solemnemente: «Lo siento mucho», elevó las dudas no sólo sobre sí mismo, sino también sobre su heredero el príncipe Felipe y toda la estructura del sistema español de monarquía parlamentaria.»
Expresso dice desde Portugal: «Juan Carlos y los colaboradores entendieron que esta vez los daños a la Corona por su frívola conducta exigían una explicación inmediata. La petición de disculpas, fue insólita, pero necesaria. Miles de españoles se han sentido ofendidos. Los partidos políticos, los republicanos y los medios de comunicación de todos los cuadrantes lo criticaron, aunque dentro de los límites de la prudencia… No es probable pero se empieza a admitir una abdicación a favor del Príncipe Felipe. Transmite una imagen seria, distante de las frivolidades del Rey, que España sólo lo tolera en agradecimiento al esfuerzo que hizo para consolidar la democracia.»