El referéndum en Crimea y su posterior meteórica anexión a Rusia han provocado un aumento de atención sobre otros conflictos independentistas en el mundo, como el catalán. Se resalta las diferencias entre ambos casos, pero numerosos medios publican analisis de la situación en Cataluña, hablan de «referendums en cascada», de «independentismo en el ADN» o de los defectos de la formación de la identidad nacional española.

La Voz de Rusia avisa de referéndums en cascada tras el de Crimea analizando el catalán. Dice «El referéndum de Crimea fue el primer plebiscito europeo del año consgrado a los problemas del independentismo. Después de Crimea, escoceses y catalanes también se preparan para ejercer su derecho a la autodeterminación. Los catalanes planean dar el paso decisivo para reencontrar una soberanía largamente esperada a finales de este año. El referéndum sobre la independencia está fijado para noviembre. Pocas personas dudan de que una mayoría apoya el divorcio entre Madrid y Barcelona.»

Página 12 habla del paralelo con Cataluña. Explica: «España redobló su rechazo al plan de Cataluña de celebrar un referendo independentista en noviembre tras el plebiscito de Crimea, donde la población de la península bañada por el mar Negro decidió la separación de Ucrania y la reincorporación a Rusia. Un referendo que `viola una Constitución interna, viola por definición la legalidad internacional´ y `es nulo´, subrayó el canciller español, José Manuel García Margallo, respecto de Crimea y en clara alusión a Cataluña, tras una reunión del Consejo de Ministros de la Unión Europea. Margallo fue muy claro y no dudó en asegurar que `existe un paralelismo´ entre Crimea y Cataluña, cuyo gobierno autónomo convocó su propio referendo para el 9 de noviembre,»

The Globe and Mail señala que el sueño de la independencia está en el ADN de catalanes y escoceses. Afirma: «De Crimea a Flandes, en todo lugar están surgiendo movimientos secesionistas. La mayoría de los occidentales miran hacia Escocia, Cataluña y Quebec y se pregunta por qué narices tantos de sus ciudadanos quieren separarse de sus respectivos países. Escoceses, catalanes y quebequeses gozan de niveles de vida, libertades democráticas y estabilidad envidiables. Sin embargo, en Escocia y Cataluña (donde se celebrarán referendos este año) y Quebec el sueño de la nacionalidad está empotrado en el ADN.

 

Conceder a Escocia y Cataluña más control sobre los impuestos recaudados en sus territorios probablemente aplacaría bastante a los nacionalistas, pero Cameron no está dispuesto a ceder el control sobre los ingresos del petróleo del Mar del Norte, mientras que España se vería obligada a reducir las transferencias fiscales a las regiones más pobres sin la gran contribución neta catalana a los cofres centrales.»

Vedomosti señala que la falta de un Estado centralizado fuerte debilitó la formación de la identidad nacional española. El editorial del diario ruso titulado «Divide y vencerás» asegura: «En opinión de politólogos y economistas, el Estado que funciona de forma eficiente contribuye a la formación de la identidad nacional y debilita el separatismo. A cambio, los regímenes autoritarios tienen interés en que existan tensiones interétnicas, porque así refuerzan su poder.

 

Tan sólo un 0,5% de los habitantes del Departamento Pirineos Orientales de Francia habla catalán. Se convirtieron en la nación francesa gracias a la política centralizada en las esferas de educación, social y militar de la Tercera República (1870-1940). La misma etapa de traspaso del modelo verbal provincial al habla escrita nacional transcurrió en una España carente de un Estado centralizado fuerte. Tal situación llevó al reforzamiento de los vínculos horizontales étnicos en perjuicio de los verticales nacionales y, como consecuencia, al crecimiento del separatismo.»

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com)

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