The Moscow Times: «España podría sufrir un colapso igual que la URSS»
El diario ruso analiza en un artículo de Borís Kagarlitski el riesgo que las reclamaciones independentistas de Cataluña suponen para España. Compara la situación con la que vivió la URSS a principios de los 90 y se pregunta: «¿Se permitirán los catalanes ser engañados como los habitantes de la Unión Soviética hace veinte años?»
(Foto: Flickr/Danielkaempfe)
The Moscow Times dice: «Cataluña ha aprobado una declaración de soberanía. Para aquellos de nosotros que vivimos el colapso de la Unión Soviética, esto se parece mucho a un `deja vu´. Aquí todo empezó exactamente del mismo modo. Por supuesto, la Cataluña de hoy no es la Ucrania o la Georgia de hace veinte años. Pero la paradoja es que en el contexto de la Europa contemporánea, los eslóganes por la independencia suenan aún más provocativos y demagógicos que los mismos sentimientos sonaban durante la época del colapso soviético.»
Y sostiene: «Las llamadas a la independencia se convirtieron en una herramienta estándar para la consolidación de las fuerzas conservadoras y la ampliación de sus privilegios. No hay razones para que los modernos catalanes tengan las mismas ilusiones con las que los intelectuales soviéticos se dejaron engañar a principios de los años 90. No hay razones para quejarse de falta de democracia o autonomía. La propaganda económica de los nacionalistas catalanes es también algo dudosa. Se quejan de que Madrid redistribuye el dinero ganado en Barcelona a las provincias pobres del sur de España.»
Y el texto señala: «La simple aritmética indica que si Cataluña se convirtiese en Estado independiente, tendría que pagar mucho más a la Unión Europea. Pero en vez de mandar su dinero a la capital española, Cataluña estaría subvencionando a los Gobiernos corruptos de Rumania o Bulgaria. La petición de independencia surge enteramente del egoísmo de las élites catalanas. Sus miembros usan eslóganes para redirigir el descontento social provocado por la crisis hacia Madrid, antes de que se centre en ellos. La cuestión ahora es la siguiente: ¿se permitirán los catalanes ser engañados como los habitantes de la Unión Soviética hace veinte años?»