España ya siente la presión del aumento del flujo migratorio, pero mantiene un «enfoque propio», subraya la prensa global
A pesar de haberse convertido en el primer semestre del año en el país europeo al que más inmigrantes han llegado por mar, según datos de la ONU y el sistema de acogida se está empezando a ver desbordado, el tema de la inmigración sigue sin provocar disputas en España y el gobierno mantiene un enfoque y una estrategia diferentes al de la mayoría de países europeos. Es el análisis que hacen numerosos medios internacionales de los últimos datos y decisiones que se han conocido en la crisis y el debate sobre la inmigración que asola al Viejo Continente.
Este «enfoque propio», especialmente del nuevo gobierno de Pedro Sánchez y la falta de rechazo de la sociedad es especialmente puesto de relieve. Porque además se subraya que en los primeros seis meses de 2018, España ha superado a Italia y Grecia en cuanto a inmigrantes recibidos, porque a pesar de que el flujo general de llegadas a Europa se ha reducido significativamente, la «ruta del Mediterráneo occidental» ha ganado popularidad. Y se advierte asimismo de que España y las estructuras que responden y afrontan la inmigración, tanto policiales como sociales, ya «sienten la presión».
Die Welt enfatiza que en inmigración, España tiene su propio enfoque y el asilo no causa disputas. El diario alemán subraya que mientras la Gran Coalición alemana está en crisis e Italia cierra sus puertas a los buques de rescate, en España no hay polémica por la llegada de inmigrantes. Menciona el auge de las llegadas de inmigrantes a España este año y advierte de que si prosigue esta tendencia, se podría superar el récord de 39.180 refugiados de 2006. Pero destaca que en España «no hay disputas» por el tema de la acogida de refugiados y según las encuestas, la mayoría de los ciudadanos apoya la política más liberal del nuevo presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
Il Fatto Quotidiano resalta que en este año, han desembarcado más inmigrantes en España que en Italia. El rotativo italiano pone de relieve los datos del Alto Comisionado de la ONU que cifra en más de 44.000 las personas llegadas a Europa a través del Mediterráneo en los primeros seis meses del año. Pero enfatiza que Italia no es el país que ha tenido que soportar el mayor flujo de refugiados, sino que ha sido España. Recoge como las llegadas a la Península Ibérica han superado en 1.000 personas las de Italia, 17.781 frente a 16.452, e indican en general un descenso en el número general de llegadas por mar al Viejo Continente.
Le Monde afirma que aunque las llegadas de refugiados a España siguen «bajo control», la capacidad de acogida se está desbordando. El artículo del periódico francés es de su corresponsal Sandrine Morel y afirma que aunque España está «en primera línea» en las cuestiones migratorias, las llegadas por la ruta occidental del Mediterráneo son aún más «modestas» que si se comparan con las de Italia o Grecia en 2015. Y lo achaca al «trabajo a largo plazo» de los distintos gobiernos españoles desde 2004 que ha ayudado a mantener el flujo «bajo control». Aunque señala que en 2017 las llegadas de inmigrantes por mar a España se triplicaron con respecto a 2016 y en este año en el que el flujo se ha reducido considerablemente, las instalaciones y capacidad de acogida españolas están desbordadas.
Associated Press apunta que España siente la presión al cambiar los inmigrantes la ruta a Europa. La agencia estadounidense en una noticia de su corresponsal Aritz Parra explica que una nueva ola de inmigrantes está convirtiendo la ruta más corta de África a Europa -en referencia al Estrecho de Gibraltar, en la más popular. Cita casos concretos de refugiados que han llegado a España y el informe de la ONU que cifra en 17.781 el número de los que lo hicieron por barco en lo que va de año, lo que supone adelantar a Italia (16.452) y Grecia (13.120). Y aunque resalta que el flujo general de inmigrantes que llegan a Europa y piden asilo está reduciéndose desde 2015, la «renovada popularidad» de la llamada Ruta del Mediterráneo Occidental está sobrecargando la respuesta policial de España y su red de seguridad social. Afirma en concreto que está «mal equipada, infra-financiada y demasiado dependiente de la improvisación».
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