La prensa extranjera habla de buenos presagios para los partidos minoritarios el 20N
Periódicos como Le Figaro, Le Monde, Die Tageszeitung o L´Unitá destacan como el descontento general y la movilización del movimiento de los indignados contra el bipartidismo pueden beneficiar ampliamente a otras formaciones políticas en las elecciones generales españolas. En concreto apuntan a los buenos resultados que podrían obtener IU, UPyD, Amaiur y Equo.
Le Figaro destaca en una crónica de Mathieu de Taillac la campaña de los indignados para votar a cualquier formación que no sea PP, PSOE o CiU. Explican que «los españoles desaprueban la vieja clase política. Favorecidos por el sistema electoral, el Partido Socialista y el Partido Popular suscitan una desconfianza similar en beneficio de las pequeñas formaciones locales… Los indignados quieren segun dicen «piratear las elecciones. Dicho de otra manera voltear el sistema contra el mismo. Votar más que abstenerse para acabar con el equilibrio bipartidista que domina la escena española desde hace 30 años».
Esta desconfianza hacialos principales partidos podría beneficiar a formaciones más modestas. Según las encuestas, por ejemplo, la neo-comunista Izquierda Unida (IU) podrían pasar de dos a… doce diputados! Los ecologistas de Equo, la formación surgida hace apenas un año podría entrar en el Congreso. Amaiur, una plataforma independentista vasca, heredera de los aliados políticos de ETA, podría obtener hasta cinco miembros. En cuanto a los anti-nacionalistas y centristas del partido Unión Progreso y Democracia (UPyD), se espera que multipliquen por cuatro sus votos (1% a 4%) y pasen de uno a dos escaños.
Die Tageszeitung recoge en un artículo de su corresponsal Reiner Wandler: «Protestas: ??¡No los votéis!??, decía en mayo el eslogan de los indignados con motivo de las elecciones autonómicas. Sin embargo, de repente el llamamiento a las urnas para este domingo se convierte para muchos en un tema. Esta vez quieren darle su voto a uno de los partidos pequeños. Las encuestas demuestran que la formación poscomunista Izquierda Unida, el partido liberal UPyD y el grupo recién surgido Equo pueden hacerse esperanzas de captar los votos de las filas de aquellos que le daban la espalda al sistema vigente.
A pesar de la inminente victoria de los conservadores, Fabio Gándara (portavoz de Democracia Real Ya) se muestra optimista: ??La jornada electoral nos sorprenderá?, afirma. ??El Parlamento incorporará a tantos partidos como nunca antes?, añade. Para él, esto marca el ??comienzo del fin del sistema bipartidista?. Los pequeños partidos pueden hacerse esperanzas de captar parte de los votantes insatisfechos del frente socialista.
L??Unitá asegura en un texto de Claudia Cucchiarato: ??entre ecologistas, vascos y voto de protesta. Las incógnitas de España. El domingo, primera prueba electoral desde el comienzo de la crisis que empezó aquí para cuajar en Europa. Los indignados dan la única indicación: elige a quien quieras, pero no a los dos partidos mayores. Frente a los clarísimos resultados de los sondeos que han publicado los dos mayores periódicos, los medios de comunicación buscan novedades en las formaciones generalmente ??olvidadas? y que podrían aportar un poco de color a la tendencialmente bicolor Asamblea de Madrid. Es el caso del tercer partido español, Izquierda Unida, pero también del emergente ecologista Equo que cosecha simpatías en algunos periódicos progresistas.
Es el caso de los partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes: dos de las regiones que, junto con Andalucía, concentran las mayores preocupaciones para la izquierda, dado que por primera vez podrían volver la espalda al PSOE. Hay también el partido ??anti-taurino? o el partido Unión Democrática y Progreso, de la ex socialista Rosa Díez. En los resultados que obtengan el próximo domingo estas formaciones estriba una de las mayores incógnitas de estos comicios. Incluso porque los sondeos les asignan aumentos significativos: en el fondo son los destinatarios del voto de protesta contra el PSOE.
Sin embargo, los debates en la TV y los titulares de los periódicos se dedican casi exclusivamente al desafío entre populares y socialistas: éste es el bipolarismo que la ley electoral española defiende y promueve. No obstante, desde este año los partidos menores comienzan a tener un espacio privilegiado. Todo esto ocurre gracias a los social-network, cada vez más decisivos para la tan anhelada promoción de una democracia desde abajo. Y sobre todo gracias al papel que en esta campaña electoral están desempeñando los indignados.
Le Monde recoge en un artículo el caso concreto de una votante socialista indignada, Mara Elena García que «ya no cree en el poder de las urnas. Dice que ha perdido la fe en la izquierda. ira por tanto a votar por un partido minoritario «seguramente los ecologistas de Equo», un nuevo partido que busca agrupar a todas las fuerzas ecologistas hasta ahora diseminadas y divididas por el país y recupñerar un cierto número de las reivindicaciones de los indignados».
«Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». A. Einstein.
Rajoy presidente: ¿gestor austero o político comprometido?
Desde la cestería ya se ve el nuevo gobierno. El pueblo ya ha hablado y las urnas han sido las mensajeras de la nebulosa incertidumbre que sufrimos los ciudadanos. Mientras, la derecha ya ha comenzando a cincelar el nuevo mapa político.
El presidente Rajoy, a partir de ahora, ha de lucir y revelar lo que tanto ha mantenido en secreto; como un misterio, como algo arcano que debería de ver la luz en breve. La cartografía de la derecha debe mostrar el atlas que debería tener la solución a esta crisis agonizante y alargada en el camino, señalando con una cruz el lugar, ese espacio postulado y tan herméticamente guardado todos estos tiempos de oposición con tantos recelos y desconfianzas. Fábulas y alegorías han rodeado al programa del PP. Ahora, al presidente Rajoy, le ha llegado el momento de mostrar como el cuerpo desnudo muestra lo que entrevé; las formulas y remedios prácticos sin más ornamentos que sus cimientos. La renta y la deuda inquietan, y esta crisis económica ha de ser desceñida de sus cien lazos y de sus cien nudos para que puedan respirar los resignados desempleados.
Rajoy tendrá que mirarse en el espejo de nuestros vecinos latinos; los italianos, que parece ser que han abierto la Caja de Pandora con la moda del modelo tecnocrático. O sea, para poner en marcha un gobierno manejado por aquellos que tienen mayor formación técnica. Tecnócrata puede parecer que suena más a persona seria y competente. Pero en esto habrá que ir con prudencia y cordura, pues en exceso, más que vacuna podría convertirse en cepa, pudiendo ser el fin de las ideologías, que como efervescencia se disuelvan en el fondo de la humedad y la frescura. Mientras, el político contemporáneo al uso pueda pasar a ser un mamífero en extinción.
Hay que ir con cuidado con esto de los tecnócratas, no sea que nos arranquen la esencia de nuestras convicciones e ideas más profundas. ¿Tienen alma los tecnócratas? ¿O sólo son marionetas racionales y críticos cuyo crecimiento está basado en la conservación y embalsamamiento de lo público? El Estado una empresa, el ciudadano un jugador más del eco de una voz, y el método, una manera racional de solucionar problemas para seguir camino adelante. Pero todo esto también conlleva el peligro de la pérdida de ideologías, pudiendo mutilar a los talantes y semblantes de pensadores libres de ideas, de políticas románticas y populares, lo que puede acabar siendo martillo para el clavo. La modernización de la democracia pasa por errores y confusiones, por calimas y aires contaminados. Pero esperando también ser arbitrado por certezas y verdades que disiparán la duda, mostrando la nitidez de un paisaje despejado y diáfano en esta Europa tan cerca y tan lejos a la vez.
Rajoy debe ser el responsable de una política amena pero sobre todo limpia. Eso es lo que espera el ansioso ciudadano que apura su confianza en los gestores y apoderados que les representarán en esta nueva legislatura. Esperando que el nuevo presidente debe saber que con Europa hay que escuchar y negociar. Pues terrible embudo sería el de ignorar la línea delgada y pensativa que nos separa de la recesión y la desconfianza. Y el pueblo, no desea someterse a leyes injustas ni penas inmerecidas, ni más recortes que le ahoguen con el calor que funde la forja a las voluntades y deseos, ni ceñirse más a sueños sutiles para dar esquivo y que caigan en el olvido las políticas sociales para los que más las necesitan por el riesgo que padecen.
Mientras, a los socialistas les ha pasado aquello de: agua en el corazón, tierra siempre lejana. Y ahora, como oposición hagan su cometido como fareros y renueven su tripulación. Atentos a no acantilar en los riscos del olvido que es desdicha del marino. La noche no es negra, sólo oscura. Porque estar por estar, solo serviría para escudar la mentira.
Sergio Farras, escritor tremendista.