La preocupación e indignación por el incendio del Amazonas se hace finalmente global
Tras 15 días ardiendo, el fuego que está arrasando la mayor selva tropical y «pulmón» del planeta por fin empieza a suscitar la atención internacional y críticas. Las portadas de medios de todo el globo, como el Financial Times, se hacen eco de la gravedad del asunto y de la expansión del fuego por el Amazonas. E incluso el presidente francés Emmanuel Macron ha utilizado twitter para llamar la atención sobre el fuego asegurando: «nuestra casa se está quemando. Literalmente». Recuerda que el Amazonas produce el 20% del oxígeno del planeta y considera su destrucción una crisis internacional y pide al resto de países del G7 que la aborden y discutan de manera conjunta.
Our house is burning. Literally. The Amazon rain forest – the lungs which produces 20% of our planet’s oxygen – is on fire. It is an international crisis. Members of the G7 Summit, let’s discuss this emergency first order in two days! #ActForTheAmazon pic.twitter.com/dogOJj9big
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) August 22, 2019
Y Antonio Guterres, secretario general de la ONU, también se ha manifestado en el mismo sentido alertando de que «en medio de la crisis climática global, no podemos permitirnos dañar más una de nuestras fuentes de oxígeno y biodiversidad».
I’m deeply concerned by the fires in the Amazon rainforest. In the midst of the global climate crisis, we cannot afford more damage to a major source of oxygen and biodiversity. The Amazon must be protected. — António Guterres (@antonioguterres) August 22, 2019
Los incendios forestales de este verano en la zona están siendo los peores de los últimos tiempos. En lo que va de 2019, Brasil ha registrado más de 72.000 focos, lo que supone un 84% más que los del mismo periodo en 2018. Y más de la mitad se han situado en la región del Amazonas. Pero desde el 1 de agosto, la situación es especialmente preocupante.
La deforestación y la sequía son señaladas como las principales causante de la propagación del fuego. Aunque Jair Bolsonaro, el presidente brasileño, criticado por su política medioambiental ha insinuado que que las ONG pueden estar detrás de ese desastre ambiental y se ha quejado de lo que considera un intento «de convertir el asunto en una crisis internacional» para perjudicar la imagen de su país.
Pero en los últimos días, el desastre ambiental y su magnitud ya han llegado a las portadas de la prensa global. Y se resalta no sólo la preocupación por la destrucción de la selva amazónica y los llamamientos a la comunidad internacional para protegerla, sino también las críticas a Jair Bolsonaro por sus políticas ambientales e incluso la reacción que puede provocar hacia Brasil.
Die Tagesspiegel asegura ante el incendio: «el mundo tiene que mirar». El diario alemán publica en portada una gran foto de la selva amazónica en llamas y denuncia que muchos de los fuegos han sido provocados. Resalta que ya se han iniciado las primeras investigaciones pero pide más acción y «atención» por parte del resto del planeta.
El New York Times subraya la indignación al quemarse el Amazonas y la reacción contra Brasil. El rotativo estadounidense también se hace eco en su portada en papel de los incendios, poniendo el foco tanto en la destrucción de la selva tropical como en la creciente preocupación por el debilitamiento de las políticas ambientales brasileñas en el mandato de Jair Bolsonaro. Y advierte de que esto puede poner en riesgo las relaciones internacionales y comerciales del país.
Süddeustche Zeitung habla de «maldición del demonio del fuego» al arder la Amazonía y señala a Bolsonaro. El periódico alemán recuerda que selva tropical brasileña es considerado el pulmón verde del planeta por la gigantesca cantidad de carbono que absorben sus árboles y el oxígeno que generan. Recuerda que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se ha convertido en un símbolo de las políticas económicas y ambientales a expensas de la selva tropical en los últimos tiempos. Pero resalta que dado que el humo de los incendios forestales ha oscurecido los cielos de São Paulo, muchos votantes de Bolsonaro están pidiendo más medidas gubernamentales para proteger los bosques.