Prensa italiana: «El segundo mandato de Zapatero marca su distanciamiento de la realidad»
Il Riformista hace balance en un artículo de Paolo Iorio de la presidencia de Zapatero que consideran «agridulce». El texto se titula: «Zapatero al voto. A la postre, José paga la cuenta». Y considera que el actual presidente español ha sido «reformador en la patria pero incapaz de ver y de administrar la crisis». Y trazan similitudes con Aznar.
(Foto: Flickr/Partido Socialista)
Il Riformista explica: «aclamado sobre todo al principio, y sobre todo en el extranjero, reformador en la patria, pero incapaz de ver y de administrar la crisis, su balance es agridulce, amargado además por una situación económica crítica, hija de un modelo de desarrollo basado en el ladrillo. Modelo antiguo, frágil y vetusto, heredado de la época de Aznar, pero que Zapatero ni ha querido ni ha sabido cambiar. Pagando factura».
«El agujero negro del mandato de Zapatero es el trabajo, la economía, los temas centrales de la izquierda. Los números actuales son muy amargos: desempleo superior al 20%, el juvenil superior al 40%, 250.000 familias sin vivienda en los tres últimos años, no estando en condiciones de pagar la hipoteca. Y la sensación difusa de que no se sepa cómo afrontar la crisis» sostiene el diario.
«Lo mismo que le ocurrió a Aznar que contaba con mayoría absoluta, el segundo mandato de Zapatero marca su distanciamiento de la realidad. En España lo llaman ??síndrome de La Moncloa??, un virus que no ataca enseguida, sino en el segundo mandato y que hace que el primer ministro del momento pierda la sintonía con el mundo real. Con Aznar se llegó a la patología aguda».
Pero apuntan: «Zapatero no es Aznar, no es un radical, pero se ha aislado también él: primero del país real, habiendo sido incapaz de administrar la crisis, y luego del partido, habiendo sido incapaz de realizar la prometida renovación democrática interna. Ahora, lo mismo que Aznar, no se presentará de nuevo a los comicios. Mientras Aznar dejaba a su delfín Rajoy en pole position (aunque luego lo estropeó todo con la gestión del después-del- atentado del 11M), Zapatero lanza a Rubalcaba en una larguísima recta final, pero desde el final del pelotón. Y eso que la situación, hace pocos años, era totalmente diferente».