Nuestra revolución
La historia está reservando unas páginas -de varios GB- al momento que vivimos y algunos parecen no darse cuenta de su importancia. Vivimos un tiempo de transformaciones gigantes. Cuenta Punset, en una vieja revista que pasea por mi casa, algo así como que las cosas que vivimos cerca de los 25 años se fijan en nuestro cerebro como las más importantes de nuestra vida. Por eso, insinuaba yo ayer de forma provocadora, quedan hoy tantos nostálgicos de La Transición entre nosotros.
Pero nuestra revolución es otra y muchos ni siquiera estamos ya en los 25. Un 13-M no muy lejano, nuestro país vió caer un gobierno tras un mensaje que terminaba con un Pásalo. Un simple mensaje de 160 caracteres marcó la agenda de los medios de comunicación más importantes del mundo y contribuyó a girar el curso del país. Esa también podría considerarse una revolución y, aún con todo, es todavía más grande que eso.
Fue una revolución sí, pero una sóla mota de polvo si lo colocamos frente al fenómeno de la globalización, Internet, los blogs, la red participativa, los mundos virtuales, los móviles, twitter, las redes sociales, o el vídeo en la red.
«El protagonista de la Cartuja de Parma, Fabricio, no sabe si la batalla en la que se encuentra es anecdótica o trascendental, ni si van ganando o perdiendo. Ni que hace allí», -me contó una vez Gabilondo. Las guerras solo se ordenan cuando se cuentan. Así que me gustaría enviar un mensaje a los que están dormidos: ¡Despertad, vosotros sois los protagonistas de nuestra revolución!
Un modesto café de apenas 40 mesas se convirtió tras la guerra civil española en un centro de reunión de intelectuales y artistas de la época. Todavía hoy algunos nostálgicos organizan allí sus tertulias ignorando que el espíritu del café Gijón se mudó hace mucho tiempo. Hoy la Generación del 27 ya no se reuniría allí. Lo haría primero en la red.
El café Gijón ha dado paso a una galaxia de blogs en las que se fabrica y se debate la nueva sociedad. Sus autores protagonizan el cambio y abrazan grupos e interconectan nuevos ideales. Nacho Escolar, David de Ugarte, César Calderón, Eduardo Madina, Javier Casal, Gumersindo Lafuente, Toño Fraguas, Daniel Tercero, Juan Varela, Iñigo Sáenz de Ugarte, Rosa J.Cano, Nacho Corredor, JmNoguera, la gente de Las Ideas, Mister vértigo, Nuchi, Carmen Sánchez, JlPrieto,Ángel, Chema Lapuente, Enrique Dans, los microsiervos, Arsenio, Ana, Daniel, Mike, Mauro, Edu, RRoyo, San Tiago, Mernissi, Hector Milla, Jaime Estévez, Raul, Jasp, Pablo Pombo, LasMalasLenguas, Sonia Blanco,Paniagua, Chiqui, Eduardo, Josechu, PabloPando, Eifonso, Pablo González, Ravennius… son algunos de los miles de nombres que lo saben y apuntalan el cambio, cada uno en su terreno.
Me dejo muchos, importantísimos, porque este fenómeno es galáctico y los followers muchos. Por suerte esto es un post: puedes hacerlo tuyo, elegir otros en mi blogroll e incluso incluir el tuyo, -si no aparece aún-, en las aportaciones de esta, nuestra comunidad.
Me has puesto los pelos de punta.
Encantado, si señor. Con el post, con la redacción inflamada, con el contenido, y con la compañía.
¿Cuando quedamos en las barricadas?
Voy a imprimir el post y se lo voy a enseñar a mi padre. ¡Por fin se sentirá orgulloso de su hijo! ?
Y como Cesar, con lo bellos de punta.
Lo cierto es que no puedo estar más de acuerdo contigo, Fernando. Bravo. Y gracias…
Encantado de que me hayas incluído entre los revolucionarios .-) Por cierto, tenemos que hablar de video un día de estos
un abrazo!
Fernando muy bueno lo del nuevo Café Gijón. Encantando también con la compañía :)
Excelente post, esperemos que el mensaje vaya calando. Y gracias, menuda cartel en el que me incluyes.
Si, hay un Café Gijón virtual, con buen ambiente, acogedor, lleno de la vitalidad que esta cambiando las cosas. Una conversación abierta, intensa y enredada. Gracias por considerarme en tu post.
No puedo estar más de acuerdo: Desde Tarragona a por todas! un abrazo a todos…
gracias por la parte que me toca con respecto a la «gente de las ideas». Un abrazo