Obviedades
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Hablemos de obviedades. Si unos cuantos ciudadanos se pasean por la ciudad con banderolas, escarapelas y bufandas del Rayo Vallecano, es que son partidarios del Rayo Vallecano y desean su victoria. No necesitan aportar pruebas complementarias ni mostrar el carné de socios o cantar el himno con toda su letra.
Una manifestación exalta el franquismo, aunque los manifestantes no abran la boca, si exhibe centenares de fotos del dictador. Y una manifestación exalta el terrorismo, aunque los manifestantes no abran la boca, si exhiben centenares de fotos de terroristas. Cabría decir que los manifestantes no los creen terroristas, sino hijos, padres, novios…. pero sería muy difícil que no los considerara terroristas la justicia, que los encerró por terrorismo.
Pues bien, es precisamente la justicia, en uno de esos virtuosismos legales que tanto le gustan, la que nos dice que no o que tal vez no. Que el hecho de manifestarse a su favor puede no ser exaltación. A fin de cuentas, toda madre o todo padre se moviliza en favor de su hijo encarcelado. Así es pero sigamos con las obviedades.
Si una madre o un padre creen que su hijo es un asesino, sus gestiones humanitarias no incluyen pasear su efigie por la vía pública. Más bien, tratan de ocultarla. Lo que ocurre es que no lo creen un asesino. Por eso, la exhibición es glorificación y denuncia. Glorificación de su figura y respaldo a su actuación.
Es gente orgullosa de su mártir y que denuncia, porque la denuncia forma parte de la lucha. Esta ristra de obviedades, sabida por cualquier niño de cinco años en Euskadi, es la que se ha cuestionado el Tribunal y seguro que ajustándose a derecho. Seguro que con una buena lupa se puede terminar descubriendo un vericueto legal por el cual no es seguro que los del Rayo quieran que gane el Rayo, ni los franquistas quieran exaltar a Franco. Por lo que se ve, Euskadi necesita aún mucho tiempo para alcanzar la normalidad básica, en la que todos, ciudadanos, jueces y partidos, distingan con claridad a los asesinos de las víctimas.»