La ONU advierte: “La vacuna no puede ser solo para países ricos”

El anuncio de la farmacéutica Pfizer sobre la eficacia del 90% de su vacuna protagoniza la actualidad a nivel internacional, al tiempo que desde Naciones Unidas advierten contra el monopolio de la vacuna: «La vacuna no puede ser solo para países ricos». Y recuerdan que «nadie estará a salvo hasta que todos los estén». La Cafetera de radiocable.com analiza con sus oyentes los retos que plantea la nueva vacuna.

Un grupo de expertos de la ONU en derechos humanos denuncian que algunos países están tratando de monopolizar la futura vacuna contra la COVID-19. Y recuerdan que «el acaparamiento de estas herramientas por países específicos y el nacionalismo no tienen lugar en la lucha contra la pandemia». Sin embargo, lamentan que «parece que algunos gobiernos se han comprometido a garantizar vacunas solo para sus ciudadanos». También piden a las empresas farmacéuticas «la responsabilidad de no anteponer las ganancias a los derechos de las personas a la vida y la salud».

En consecuencia, los relatores y expertos han hecho un llamamiento a los países para que apoyen la iniciativa COVAX de la OMS, que busca garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19 a nivel mundial. «Según el derecho internacional, el acceso a cualquier vacuna y tratamiento COVID-19 debe estar disponible para todos los que los necesiten, dentro y entre países, especialmente aquellos en situaciones vulnerables o que viven en la pobreza»- señalaron desde la organización.

Los relatores muestran preocupación por el «alto riesgo de que los gobiernos de los países en desarrollo recurran una vez más a medidas de austeridad». Y recuerdan que las medidas de austeridad en la crisis de 2008 «dejaron a los sistemas públicos de salud y protección social con una severa falta de fondos, un aumento del empleo precario y una mayor desigualdad entre ricos y pobres».

 Entre las recomendaciones que hace la ONU a los Estados, está la de «garantizar el acceso a los medicamentos, incluidas las vacunas COVID-19 y el tratamiento para todos y de asistencia y cooperación internacional». Así como, asegurar que las tecnologías importantes, los datos de propiedad intelectual y los conocimientos técnicos sobre las vacunas COVID-19 se compartan ampliamente y que los países en desarrollo reciban apoyo». Además, de «abstenerse de utilizar cualquier argumento que permita secretos comerciales relacionados con la vacuna, el tratamiento, las pruebas y cualquier otra información necesaria para combatir la enfermedad». A las empresas farmacéuticas, les insta a «abstenerse de causar o contribuir a impactos adversos sobre los derechos a la vida y la salud invocando sus derechos de propiedad intelectual y dando prioridad a los beneficios económicos». Y, a las instituciones financieras internacionales, les solicitan «garantizar que las subvenciones y préstamos que otorguen a los países en desarrollo contribuyan a ampliar su capacidad para adquirir, fabricar y distribuir vacunas COVID-19 seguras, eficaces y asequibles».

La Cafetera, en su página internacional, también puso el foco en la vuelta a Bolivia de Evo Morales, la destitución del presidente de Perú Martín Vizcarra, la decisión del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de «esperar» sobre el ganador de las elecciones en Estados Unidos y el acuerdo firmado entre Armenia y Azerbaiyán.

Además, el programa analizó con el exdirector de Greenpeace y diputado Juan López Uralde las resistencias de la derecha política a la bajada de subvención al diésel. Para Uralde «no tiene sentido subvencionar el diésel, el combustible más contaminante».

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