«Otro activismo es posible»
«…Retocar imágenes para cambiarles el sentido, actuaciones callejeras, colapsar webs enemigas, inventar personajes subversivos… Una alternativa o complemento a la manifestación de megáfono y pancarta que coge fuerza con la entrada del siglo XXI, tras las protestas de Seattle. Las herramientas de contestación se han adaptado para hincarle el diente a la sociedad que cuestionan y el activismo cada vez es más creativo…» [sigue en La Vanguardia]