Los países ricos han abandonado a los países en desarrollo y acumulan una deuda de 5 billones de euros con los más pobres como consecuencia del incumplimiento del compromiso de destinar el 0,7% del PIB a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), suscrito hace 50 años. Lo resalta Oxfam Intermon en su informe “50 años de promesas rotas”.  Y España figura entre los países que se mantiene muy lejos del objetivo al destinar apenas un 0,21% a esta causa en 2019.

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El pasado 24 de octubre se cumplieron 50 años de la aprobación del estándar internacional para que los países ricos destinaran el 0,7% de su Renta Nacional Bruta a la ayuda al desarrollo. Pero en 2019, tan solo se destinó de media el 0,3 % y solo cinco países (Luxemburgo, Noruega, Suecia, Dinamarca y Reino Unido) cumplieron o excedieron el objetivo del 0,7 %.

España llegó tarde al compromiso con el 0,7%, al ser considerado país en vías de desarrollo hasta el año 1981. Pero desde que se incorporó al Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE en 1991 hasta hoy, su AOD se ha situado en el promedio de 0,26%. Aunque a principios de la década de 2000 hubo un intento por incrementar estas partidas, en los últimos años se ha alejado aún más del objetivo, tocando fondo en 2015, con el 0,12%. En 2019, España destinó el 0,21% de PIB a la AOD,  lejos de la media de los donantes de la OCDE, situada en el 0,3%, y más aún de la media de los países europeos, que es del 0,5%.

Oxfam enfatiza que el incumplimiento global de este compromiso ha hecho que los países pobres se hayan visto privados de 5,7 billones de dólares que habrían recibido si se hubiera destinado el 0,7 % de los ingresos a ayuda oficial al desarrollo. Además advierten de que la pandemia podría sumir en la pobreza a entre 200 y 500 millones de personas más. Y la ONG recuerda: «La ayuda internacional no es caridad. Es una inversión en un mundo más justo, más próspero y más seguro para todas y todos nosotros».

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