¿Por qué se pide la dimisión de Casado y no de Ayuso?

La dimisión de Pablo Casado va ganando cada vez más adeptos políticos y mediáticos pero, ¿y Ayuso? ¿Por qué se pide la dimisión de Casado y no de Ayuso? Cuando ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid la que ha estado en el centro de las sospechas de las presuntas irregularidades de contratación. Lo que no quiere decir que Pablo Casado se haya convertido, de la noche a la mañana, en un abanderado de la lucha contra la corrupción. No hay más que recordar que Alberto Casero, el que se equivocó de botón en la votación de la reforma laboral, tiene despacho en Génova a pesar de estar investigado en un caso de corrupción. 

En este contexto, parece que Ayuso va ganando el relato. Pero, si Ayuso gana esta batalla, si la presidenta madrileña consigue sacar a Casado de la ecuación y que las presuntas irregularidades del contrato queden en el olvido, tendrá vía libre para seguir realizando las prácticas que ahora están bajo sospecha.

Para Mónica García, portavoz de Más Madrid, es «corrupción institucional de libro». Y ha señalado: «Nosotros llevamos denunciando desde hace tiempo que la pandemia ha servido para el gobierno de Díaz Ayuso para dar contratos por la vía de emergencia a amigos, familiares y empresas afines al PP, a dedo; de una manera absolutamente irregular». «Y lo más grave: con sobrecostes en la mayoría de los casos».

«Luego tendrá su vía jurídica y su vía política, pero esto se llama corrupción institucional»- ha insistido.

Además, Juan López Uralde, exdirector de Greenpeace y portavoz de Alianza Verde ha reflexionado sobre por qué no nos preocupa tanto como debería la crisis climática. Haciéndose eco de la pregunta que lanzaba el columnista Moisés Naím. Uralde ha señalado que, mientras «hay conflictos que nos preocupan sobremanera, que ocupan páginas y páginas de periódico, la crisis más grave que tenemos encima de nosotros, que es la crisis climática, no parece despertar esa necesaria preocupación, cuando los datos son cada vez más alarmantes».

Sin embargo, frente a la emergencia climática también se están poniendo soluciones. Como en el caso de Baleares, que se ha convertido en pionera en España al producir y vender energía renovable pública para bajar el precio de la factura de la luz de las familias. La vocación del Institut Balear de l’Energia, «es convertirse en una empresa pública de energía en todas sus facetas, incluso llegando en un futuro próximo a comercializar energía, según ha explicado en el programa Juan Pedro Yllanes (vicepresidente de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern de les Illes Balears).

Actualmente se están «haciendo instalaciones de autoconsumo compartido y poniendo en marcha proyectos en los que se crean comunidades energéticas para abaratar el precio de la energía; producir energía 100% limpia, facilitar esa energía como un medio eficaz para luchar contra la pobreza energética, y convertir un bien de primera necesidad en algo mucho más accesible para todos los ciudadanos y ciudadanas de Baleares».

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