El presidente ARMH insta al Ministerio de la Juventud a tener una agenda contra el ascenso juvenil del fascismo
Una parte de los chicos jóvenes españoles se han radicalizado y algunas encuestas ya indican que un 30% de ellos apoyan discursos neofascistas y defienden la dictadura. Esto ha sido incluso destacado por medios internacionales como The Guardian o Le Monde que han hablado del «auge de jóvenes machisto-fascistas» en España. Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación d la Memoria Histórica, apunta en su sección semanal en el programa La Cafetera de Radiocable.com que esta situación supone un grave problema para la democracia española y echa en falta que no se aborde desde el gobierno. En particular aboga porque «como en la leyenda del colibrí», cada uno haga su parte, aunque sea pequeña y pide que desde el Ministerio de la Juventud se haga un plan o se desarrolle una agenda para combatir este «ascenso juvenil del fascismo».
Emilio Silva critica la creación en España de una Comisión de la Verdad para esclarecer violaciones de derechos humanos en la guerra y la dictadura: «A estas alturas de la película, con dos leyes de memoria, con toda la información y con dos informes de Naciones Unidas sobre desapariciones venir en 2025 a juntar a un grupo de expertos para que recaben información y hacer un diagnóstico resulta incomprensible». Y recuerda que las recomendaciones de la ONU «son muy claras y siguen vigentes», pero el gobierno de España, en vez de llevar esas conclusiones a la política, prefiere hacer un acto de «gatopardismo para que todo siga igual» y parece que con la intención de que «siga pasando el tiempo y mueran los últimos supervivientes».
Considera el presidente de la ARMH que esto demuestra que existe en España una pauta que se va repitiendo a lo largo de décadas «de no querer arreglar esto y pasar la patata a la siguiente generación». Pero subraya que cada vez va a ser más difícil afrontar la erradicación del legado del franquismo en la democracia española porque los jóvenes se van radicalizando: «En The Guardian les ha llamado la atención el auge de lo que llamaban los jóvenes machisto-fascistas que consideran que una dictadura puede ser la solución para España. Y esto no se va a evaporar».
Por ello, Silva pide que se combata estas manifestaciones del fascismo: «si las encuestas revelan que hay un 30% de chicos jóvenes neofascistas no entiendo que no se combata de ninguna manera. Tenemos un Ministerio de la Juventud. Estoy esperando que coja esos datos y se ponga a hacer algún plan para hacer algo con esa situación». Y recuerda la fábula del colibrí: «Que cada uno haga su parte. Aquí hay un imperativo ético de defensa de la democracia y de garantizar a quienes viene detrás esa democracia. Me da igual quien gobierno. Quienes escriben el BOE tienen esa posibilidad y esa responsabilidad. Que no exista un consenso para ello no puede determinar una agenda que no está combatiendo ese ascenso juvenil del fascismo».
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