Primer año del segundo Zapatero
La magnitud del problema sigue asombrando a todos, y ninguna receta parece servir, ni aquí ni en parte alguna, y ningún partido de oposición, en ningún país, se atreve a aventurar proyectos alternativos.
Se ha caído el sistema, nada mas y nada menos, así pues, entendemos que nuestro presidente, como todos los que se han visto con responsabilidad de gobierno en este tiempo, esté pasando el calvario de sentirse desorientado, y la humillación de saber que esta siendo visto así.
Pero creemos que se coloco de forma equivocada ante la crisis, si tuvo la desgracia de estar de guardia cuando se vino abajo la garita, debió atreverse a reconocer su ceguera, que antes fue la de Aznar: creer y hacernos creer que éramos una economía fuerte, rica y potente, y que en breve íbamos a alcanzar a los colosos europeos.
Debió decirnos que habíamos vivido un espejismo, porque nuestra estructura económica es como la falsa piedra de jardín, que por dentro es arena y que aun nos quedaban enormes sacrificios para alcanzar la cota que ya creíamos haber alcanzado.
Que no nos había engañado, pero que se había engañado con nosotros. Pero no fue el presidente, que se resistía, sino la ferocidad de los datos la que nos llevo a la realidad. Por eso perdió el liderazgo,y eso, el liderazgo, es lo fundamental a recuperar y no se ve como pueda recuperar la iniciativa sin una profunda remodelación de su gobierno, que fue diseñado para gestionar un tiempo político que se esperaba completamente distinto. ¿Cuándo hacerlo?, ¿después del g-20?, ¿después de las europeas?, ¿después de la presidencia europea? Ayer ya nos hubiera parecido tarde.