La primera muerte de una mujer periodista en una guerra fue en Córdoba
Hasta ahora se consideraba que la primera mujer corresponsal de guerra que había fallecido en la historia haciendo su trabajo había sido la fotógrafa Gerda Taro en El Escorial en julio de 1937 durante la Guerra Civil española. Sin embargo varios historiadores sostienen que una periodista francesa, Renée Lafont, murió también en el desempeño de su profesión once meses antes en la contienda española, aunque en Córdoba.
El historiador Patricio Hidalgo ha sido primero en documentar una historia que ha recogido también el diario digital Cordopolis. Detalla como a finales de agosto de 1936, la periodista francesa de 58 años Renée Lafont, que cubría la guerra en España para el periódico francés Le Populaire, se encontraba en el frente de Córdoba a bordo de un coche facilitado por el gobierno de la República.
Pero según las versiones publicadas entonces por los diarios La Voz de Córdoba y El Defensor de Córdoba, se perdieron por la carretera llegando a las líneas enemigas en Alcolea donde fue detenida por militares del bando franquista. Y según el testimonio de un soldado que sirvió en el Regimiento que la detuvo fue probablemente fusilada y enterrada posteriormente en una fosa común en el cementerio de la Salud.
Renée Lafont trabajaba para un periódico socialista francés y llevaba al ser detenida un carnet comunista y un alfiler con la hoz y el martillo. Según la información de los periódicos entonces, la mujer fue juzgada por un Tribunal Militar, aunque Patricio Hidalgo no ha logrado dar con documentación alguna de ese supuesto juicio. De hecho aunque se cree que murió dos días después de ser detenida, el 1 de septiembre, el único registro de su defunción no aparece hasta dos meses más tarde en noviembre en el libro del cementerio.
Su muerte apenas fue noticia, a diferencia de la de Gerda Taro -entonces pareja del famoso fotógrafo Robert Capa- que perdió la vida aplastada por un tanque republicano y cuya historia y figura ha sido objeto de numerosos libros y homenajes. El gobierno francés no protestó por la muerte de Lafont, a pesar de que había indicios de que había sido fusilada. Algo que sí hizo cuando fallecieron otros dos periodistas galos, Guy de Traversay, corresponsal de L´Intransigeant y también fusilado por militares franquistas en 1936 en Mallorca y Louis Delaprée, el reportero de Paris-Soir cuyo avión fue derribado y que fue sustituido por Antoine de Saint-Exupéry.
Ahora varios historiadores consideran a Renée Lafont, que era también escritora y que ejercía de traductora al francés de las obras de Blasco Ibáñez, como la primera mujer periodista que falleció en una guerra. Y se ha creado incluso una plataforma digital, Renée Lafon Quest en homenaje suyo y para promover un debate sobre los derechos humanos y la responsabilidad de los estados de promover Verdad, Justicia y Reparación a las víctimas de crímenes contra la humanidad.