El 28A obliga al PSOE a decidir entre un gobierno a la izquierda o a la derecha

Los resultados electorales del 28A arrojaron una victoria para el bloque de izquierdas frente a una derecha fragmentada. El reto para Pedro Sánchez será elegir los apoyos que recibe para ser presidente, si vendrán de la izquierda y los independentistas o de la derecha liderada por Albert Rivera, quien insistió en numerosas ocasiones de la campaña en reafirmar su veto a Sánchez.

La gobernabilidad queda en el aire y depende de Pedro Sánchez, a quien sus militantes ya le advirtieron este domingo en Ferraz: «Con Rivera, no».

La derecha pagó su división en las urnas -aunque no a partes iguales- con el hundimiento del Partido Popular, del que se benefició Ciudadanos, y Vox entró en el Congreso con la mitad de escaños que le auguraban las encuestas. El Partido Popular anotó uno de sus peores resultados (66 escaños) mientras que la extrema derecha entró con 24 escaños en el Congreso y C’s superó las expectativas con 57 asientos en el parlamento.

El PP dejó de ser ‘valor seguro’, de ser un voto útil para el votante de derechas. Al menos el PP liderado por Pablo Casado, ya que las redes se acordaron mucho de su contrincante en primarias Soraya Saénz de Santamaría.

Por su parte, la histórica participación electoral (77,58%) tuvo especial importancia en Cataluña, donde subió más de 10 puntos la participación respecto a las elecciones generales de 2016. Un ascenso que llevó aparejada la victoria de ERC con 15 escaños, desbancando como primera fuerza a la coalición de Podemos que pasó del primer al tercer puesto con 7 escaños. Quedando PSC en segundo lugar con 12 escaños.

País Vasco fue otra de las comunidades que experimentó un notable incremento de participación, cerca de diez puntos más respecto a 2016. Lo que se tradujo en la desaparición de los 2 escaños del PP, quedándose esta comunidad sin representación de PP, C’s ni Vox. El que obtuvo mayor representación fue PNV con 6 escaños y PSE y Podemos con 4 cada uno.