«¿Tendré que coser una estrella en mi ropa?».  El Gobierno de Theresa May quiere obligar a las empresas que operan en Reino Unido a informar de cuántos empleados extranjeros tienen y a explicar por qué no han elegido a trabajadores británicos. La noticia ha levantado una enorme polémica y ha provocado una cascada de reacciones de indignación e ironía por parte de muchos británicos y españoles del ámbito de la empresa, el arte, la política o el periodismo.

NOTICIA ACTUALIZADA: El Gobierno británico renuncia a sus planes de obligar a las empresas a hacer listas con los empleados extranjeros que tienen contratados

 (Foto: Flickr/Conservatives)

Una de las más duras ha sido la de la bailarina Tamara Rojo, actual directora del English National Ballet, que escribió Twitter: «Después de 20 años en este gran país y tras haber sido condecorada con la Orden del Imperio Británico, cuánto tiempo va a pasar hasta que tenga que coser una estrella en mi ropa?» La estrella a la que hacía referencia Rojo es la insignia amarilla con la que los nazis obligaron a los judíos a identificarse en la II Guerra Mundial. La bailarina, que recordaba que lleva dos décadas trabajando en Reino Unido, es desde 2012 directora del English National Ballet y que incluso ha recibido la Orden del Imperio británico (CBE), mostraba con esta comparación su rechazo a la medida impulsada por May.

El tuit de Rojo tuvo una gran repercusión es incluso fue recogido por medios nacionales, aunque la bailarina optó posteriormente por borrarlo.

Sin embargo su reacción crítica es el reflejo de la preocupación y el temor que ha provocado el anuncio del gobierno británico que endurecerá las condiciones de contratación de trabajadores extranjeros y quiere asimismo dificultar los visados a estudiantes, lo cual puede afectar a una gran cantidad de españoles. A principios de 2016 residían oficialmente en Reino Unido, 102.498 españoles, según el INE, aunque se estima que hay muchos más no empadronados. Algunos de ellos han mostrado su preocupación por la medida y denunciaban en Eldiario.es que es «populista» y que podría «precarizar aún más su situación».

Desde España también han opinado al respecto de los planes británicos, empresarios, líderes sindicales o periodistas.

Y en el propio Reino Unido, los planes del gobierno han sido criticados por líderes empresariales de alto perfil como Josh Hardie, director general de la organización patronal británica (CBI), que dijo: «en lugar de imponer más burocracia, el gobierno debería estar trabajando con las empresas. Tras el referéndum de la UE, necesitamos un enfoque de la inmigración que tanto apoya a la economía». Adam Marshall, director general la Cámara de Comercio Británica (BCC), por su parte aseguró que estas medidas serían malas para la economía, la creación de empleo y la inversión empresarial».

Y el propio acalde de Londres, Sadiq Khan, también manifestó su preocupación por la medida así: «Esto transmite un mensaje profundamente inquietante a millones de personas que están viviendo y haciendo su aportación a nuestro país #Londresesabierto».

 

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