Resulta que los líderes de Murcia y Navarra, del PP y de UPN -hasta hace poco aliados del PP-, han decidido declararse en rebeldía contra una Ley. Su actitud es simple y llanamente un acto de rebeldía contraconstitucional.

No es que sea muy inquietante y legitima  a quienes defendíamos que la Constitución -aunque lo digan los nostálgicos- no es la biblia de la ciudadanía; que la convivencia está más relacionada con la responsabilidad y la madurez democrática. Pero es ilustrativo.

El asunto por el que desprecian el sistema vigente, no acatando leyes, en esta ocasión es la Ley del Aborto. No hay que llevarse a engaños, sin embargo, pues no es la primera vez que gobiernos del PP deciden incumplir una legislación emanada del Congreso de los Diputados, de la voluntad popular. El unico objetivo es crear malestar contra el gobierno de Zapatero, poner chinitas en el zapato de la convivencia para presentarse algún día como la solución a todos los problemas…que ellos mismos generaron.

Resulta peculiar que el partido popular, nacionalista en apariencia y centralista en programa, se esté convirtiendo en el paradigma del federalismo:

En Valencia, por ejemplo, están impidiendo la correcta implantación de la Ley de dependencia. Hoy una mujer viuda que cuida de una madre con Alzheimer allí, sufre mucho más, hasta económicamente, que una que vive esa misma situación en Extremadura. Aquí no es la moral lo que enarbolan en el PP para impedirlo, sino la financiación.

Madrid,Valencia y de nuevo Murcia, son las tres comunidades que no han querido llegar a un acuerdo con el Ministerio de Educación para proporcionar el ordenador por niño al que tenían derecho sus escolares gracias al plan Escuela 2.0.

El Cabanyal -barrio valenciano que está siendo demolido por el gobierno regional a pesar de la directriz del gobierno central- es otro ejemplo.

Y la próxima insumisión vendrá de la mano de la Ley del Tabaco.

Lo dicho: sobre el papel una grande y libre aunque la realidad sea bien diferente. Y eso por no hablar de otros temas como Educación para la Ciudadanía, por ejemplo.

Los ciudadanos deben saber que estas insumisiones no son producto de candidatos díscolos, como dicen algunos periódicos. Es una estrategia muy dirigida. La declaración de insumisión de Murcia sobre la Ley del Aborto se produjo al término de una reunión del Junta Directiva Nacional del PP, de lo que se deduce que la estrategia es muy conocida por la dirección que por cierto no ha desautorizado a Valcarcel, aunque este predique la desobediencia contra la democracia.

La táctica no tiene nada de novedoso pues ya empezó hace unos días con el recurso ante el Constitucional. Fue, como ha dicho el propio Presidente del Gobierno, intentar ganar en el Tribunal, lo que el PP no puede ganar en el Congreso.

No es que sea malo, solo es que no saben lo que significa democracia. Sólo eso: cultura. Paciencia con ellos.